zaragoza
¿Volverá la estatua del jotero a casa por Navidad?
Los vecinos del zaragozano barrio de La Jota piden que la figura esculpida por Carlos Ochoa Fernández vuelva a su emplazamiento original tras ser retirada en 2017 por su mal estado de conservación.
Hace más de dos años que no luce en la calle Royo del Rabal y los vecinos del zaragozano barrio de La Jota lo echan de menos. El maltrecho jotero esculpido por Carlos Ochoa Fernández en 1986 fue retirado en 2017 por el Ayuntamiento de Zaragoza para estudiar su rehabilitación y, desde entonces, nada saben de él quienes viven por la zona. Por este motivo, y aprovechando que la Navidad siempre es sinónimo de reencuentros, han lanzado una campaña para reclamar al consistorio la vuelta al barrio del ‘Monumento a la Jota’.
Como si se tratara de aquel famoso anuncio en el que los turrones y los que viven lejos vuelven a casa por Navidad, la Asociación de Vecinos de La Jota ha difundido un vídeo en el que piden que la estatua que representa al cantante de jota aragonesa Pedro Nadal y Auré regrese pronto a su hogar.
“En el barrio tenemos muy poco patrimonio cultural y el Royo del Rabal, como jotero histórico de Zaragoza, era el referente de nuestra asociación”, explica Juan Antonio Andrés, presidente del colectivo vecinal. De hecho, los dos únicos elementos artísticos que tenían en la vía pública eran el jotero y el busto de Manuel Viola, que permanece en pie pero con varias pintadas en su pedestal.
La estatua del jotero es tan importante para el colectivo que, cuando celebraron su 25 aniversario, regalaron a todos sus socios una pequeña reproducción en barro de la estatua. “Muchos no sabemos bailar ni cantar, pero todos somos joteros”, bromea Andrés.
No obstante, a pesar de ser un símbolo para el barrio, la escultura no siempre ha sido respetada por todos. De hecho, fue su mal estado de conservación el que llevó al consistorio a retirarla el 20 de septiembre de 2017. “Estaba muy deteriorada y nos dijeron que los ácidos de las pinturas con las que la habían vandalizado afectaron a la fibra de vidrio con la que está hecha”, explican desde la asociación. Ocho años antes de su retirada, los vándalos también le partieron la cabeza, aunque fue reparada y posteriormente colocada en su lugar.
Tras la retirada de 2017, el Ayuntamiento afirmó que la escultura, desmontada y trasladada hasta los almacenes de Patrimonio Cultural, sería sometida “a un detallado análisis” por el Servicio de Cultura para determinar “los mejores criterios de intervención”. Además, recordó que los monumentos ubicados en vías públicas y parques también están sometidos a las inclemencias del tiempo, como “los cambios bruscos de temperatura y humedad, la excesiva insolación o los contaminantes atmosféricos”, factores que afectan a su integridad.
En la capital aragonesa pueden verse cerca de 250 esculturas al aire libre y algunas, como ‘La maternidad’ del Parque Grande o el monumento a la jota del Tío Jorge, son continuamente vandalizadas.
Trabajando para dignificar la memoria del Royo del Rabal
Desde que la escultura se inauguró, la Asociación de Vecinos de La Jota no ha cesado en su empeño por dignificar la figura y la memoria del Royo del Rabal. Tras la ‘decapitación’ de Pedro, se colocó un cerramiento para que los vándalos lo tuvieran más difícil, aunque su puerta desapareció al poco tiempo.
También se solicitó que la estatua se colocara sobre un pedestal y, en 2015, que se acondicionara un estanque a su alrededor para que nadie se acercara al jotero. “Todo eso se ha ido quedando siempre en el olvido, como muchas otras cosas del barrio: la ampliación de las piscinas, la colocación de gradas en el pabellón de La Jota, el nuevo centro de salud del barrio Jesús…”, lamenta Andrés.
Para hablar de todos esos asuntos han solicitado un encuentro con representantes de las áreas de Urbanismo, Patrimonio y Deportes. “Seguiremos trabajando en estos temas, y también estamos preparando las que serán las campañas de 2020”, concluyen desde el colectivo.
