¿Qué se siente al repartir 2.287.582 euros entre un centenar de conocidos? "Es muy bonito, muy gratificante. Es una suerte porque en ese grupo hay mucha clientela fija, de siempre, que ya ha venido a transmitirnos su alegría", explicaba emocionada Ana Isabel Nuin, propietaria del conocido estanco ubicado en la esquina del paseo de la Independencia con la plaza de Santa Engracia, donde desde primera hora de ayer colgaba el cartel anunciador de un jugoso premio del Euromillones sellado en dicha administración.

El sorteo del martes no dejó ningún acertante de primera categoría -había 190 millones en liza-, aunque sí de segunda, como en este caso, en el que el amplio reparto se entiende al pertenecer la combinación ganadora a una peña. "Llevamos jugando juntos mucho tiempo, muchos años. Participamos en el sorteo del Euromillones siempre que el bote supera los 80 millones, como este martes, en el que nuestro gasto conjunto fue de 560 euros".

Cada participación de cinco euros ha sido gratificada con unos 16.000 euros. También la de Isabel, quien recuerda que "cada uno juega lo que considera oportuno, así que hay quien se ha llevado una cantidad mayor, en función de lo que haya querido poner".

A un número del gran premio

La mecánica del sorteo conduce a que el acierto pueda ser total (cinco números y dos estrellas) o parcial. "Anoche acertamos cinco números y una estrella, nos quedamos a una de los 190 millones del primer premio. ¡Un número más y...!", lamentaba.

La mañana del martes fue un no parar en el céntrico local, donde no dejaron de llamar y recibir llamadas de los agraciados, quienes confían en la responsable de la administración la elección de los números. "No siempre jugamos con las mismas combinaciones, las vamos cambiando, aunque ahora mismo la llevamos repitiendo desde febrero", matizaba la lotera antes de retomar la laboriosa -y satisfactoria- cadena de llamadas.

La suerte vuelve de visita

No es la primera vez que en el conocido estanco se vive una jornada de alborozo. Hace menos de un año, el pasado 22 de diciembre, acaparó el foco mediático después de vender boletos agraciados en el Sorteo de Navidad. De hecho, cuando las trabajadoras todavía estaban brindado por la venta de un décimo del Gordo, los periodistas presentes les avisaron de que la fiesta no acababa ahí: también le habían alegrado la Navidad a un cliente mediante un tercer premio.