El manifiesto por el clima de la protesta de Zaragoza

Los organizadores en la manifestación de la capital aragonesa han leído sus reivindicaciones en la plaza del Pilar.

Manifestación por el clima en Zaragoza.
La protesta de la mañana, que ha partido de la plaza de San Francisco.
Oliver Duch

La protesta de este viernes en Zaragoza para reclamar medidas que eviten el cambio climático termina en la plaza del Pilar, con la lectura del siguiente manifiesto:

Los recientes informes científicos, en el marco de las Naciones Unidas, sobre el estado de la biodiversidad, el mar y la criosfera, y sobre el calentamiento global alertan de una crisis climática sin precedentes como consecuencia de un modelo de producción y consumo que pone en riesgo nuestra supervivencia e impacta de manera injusta especialmente a las poblaciones más pobres y vulnerables del mundo. No responder con suficiente rapidez y contundencia supondría la muerte de millones de personas, además de la extinción irreemplazable de especies imprescindibles para la vida en la Tierra.

Lamentablemente, los planes y acciones impulsados hasta ahora son muy insuficientes. El planeta está en vías de superar, antes de 2050, el límite de 1,5 °C establecido por el Acuerdo de París y a su vez, los niveles de CO2 en la atmósfera se sitúan por encima de 400 partes por millón (ppm), superando con creces las 350 ppm que se consideran niveles seguros.

El Informe especial del Panel intergubernamental de Camblio Climático de octubre de 2018, describe el daño gravísimo e irreversible que con alta probabilidad causará un aumento de 2 °C en comparación con un aumento de 1,5 °C, y concluye que limitar el calentamiento global a ese rango aún es posible con acciones ambiciosas de todos los sectores, pero destacando la importancia de las acciones de gobierno.

Ante la gravedad de la situación, un total de 20 países han declarado ya la Emergencia Climática. Entre ellos el nuestro, y también el Ayuntamiento de Zaragoza, aunque sin adoptar por el momento las medidas necesarias para afrontarla.

Por tal razón, la Alianza por la Emergencia Climática en Aragón demanda a las instituciones aragonesas, y por extensión al resto de los Ayuntamientos, las Comunidades Autónomas y el Gobierno de España, que adopten los siguientes compromisos urgentes:

  • Declarar, de manera inmediata, la Emergencia Climática, convirtiéndola en el eje central de todas las políticas.
  • Asumir compromisos políticos concretos, efectivos y vinculantes, mucho más ambiciosos que los actuales, con la consiguiente asignación de recursos para hacer frente a esta crisis.
  • Garantizar la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para no superar un  aumento de temperatura global de 1,5 ºC en línea con el informe del IPCC que establece una senda global de reducción de emisiones de entre el 40 y el 60 % para 2030 respecto a 2010.
  • Abandonar los combustibles fósiles y apostar por fuentes de energía 100 % renovables.
  • Reducir los niveles de consumo de materiales, y energía y las necesidades de movilidad.
  • Promover un modelo de alimentación sostenible, ecológico y de cercanía.
  • Imprimir un giro de 180 grados en la política económica internacional, acabando con la firma de tratados de comercio e inversión que ahondan la problemática del aumento de gases de efecto invernadero.

Todo ello debe quedar reflejado, a nivel estatal, en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética y en el Plan Nacional Integrado de Clima y Energía. Así como, a nivel territorial, en la EACC (Estrategia Aragonesa de Cambio Climático) y en la aplicación de la ECAZ 3.0 (Estrategia de Cambio Climático, Calidad del Aire y Salud) para el caso de Zaragoza.

Asimismo, dado que el deterioro ambiental de las condiciones de vida se sufre de forma desigual en función de la clase social, el sexo, la procedencia, o las capacidades personales, defendemos que la transición ha de reconocer de forma especial a la población más vulnerable.

La degradación de la naturaleza y la creciente desigualdad tienen un origen común y se realimentan entre sí. Muchas grandes empresas y bancos, por ejemplo, obtienen enormes beneficios a través de la especulación inmobiliaria, el desahucio y la turistificación (que expulsan a las familias de sus casas, a vecinos y vecinas de sus barrios); mediante la ganadería industrial o intensiva de porcino (macrogranjas) o la ampliación de estaciones de esquí en el Pirineo.

Aunque cada vez se destinan más inversiones en tecnologías para la transición energética, sigue habiendo muchos fondos que sostienen y financian a las grandes compañías del oligopolio energético en su explotación del planeta, y cuyo resultado es el incremento de la pobreza, incluida la energética.

La justicia y la democracia deben ser pilares fundamentales de todas las medidas que se apliquen, por lo que han de crearse los mecanismos adecuados de participación y control por parte de la ciudadanía para abordar las cuestiones sociales difíciles y para formar parte activa de la solución mediante la democratización de los sistemas energéticos, alimentarios, de transporte, etc.

En estos procesos se debe garantizar la igualdad de género en la toma de decisiones.

Por todo lo cual, aquí, como en el resto del mundo, las más de ochenta organizaciones que

formamos la Alianza por la Emergencia Climática en Aragón nos hemos movilizado esta semana y lo seguiremos haciendo en defensa de las generaciones que nos relevarán en la Tierra, de un planeta vivo y de un mundo justo.

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