El nuevo gobierno de PP y Ciudadanos en el Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado este lunes sus primeras ordenanzas fiscales, las que pagarán los zaragozanos el año que viene. Lo ha hecho aún sin la mayoría necesaria para aprobarlos -deberá buscar el apoyo de Vox- y con una “bajada de impuestos para todos”, según ha explicado la concejala de Hacienda, María Navarro.

“Ningún zaragozano, emprendedor, comercio, industria, hotel va a pagar más por el IBI; hacemos una rebaja generalizada”, ha señalado la edil popular. Sin embargo, la reducción en la recaudación de las arcas municipales va a ser insignificante, ya que el Ayuntamiento va a ingresar solo 29.000 euros menos por este impuesto, el más importante para la economía municipal. El año que viene, por ejemplo, dejará unos ingresos de 159,8 millones de euros.

Pese al limitado alcance de la reducción, Navarro ha recordado que “va a ser la primera vez desde 2009 que se va a bajar la recaudación por el IBI”. “Ellos -en referencia a los gobiernos anteriores- bajaban el tipo, pero metían el hachazo fiscal a determinados colectivos y aumentaban siempre la recaudación”, ha añadido.

Según los datos ofrecidos por el gobierno, el recibo bajará levemente, con una media del 0,33% en los recibos. Para evitar el efecto que año a año puede tener el ‘catastrazo’ de 2013, el gobierno PP-Cs rebaja un 2% el tipo impositivo y el 3% el valor catastral.

El IBI de 2020 llegará, además, con dos nuevas bonificaciones. Una para las familias numerosas -que puede ir desde un mínimo del 30% hasta un máximo del 90% dependiendo de los valores catastrales y de la categoría familiar- y otra para los comercios. Para los minoristas que sean propietarios del local y tengan domicilio fiscal en Zaragoza, se rebajará “un 30% la cuota integral”, según ha detallado la concejala de Economía, Carmen Herrarte. Quedarán excluidas las franquicias y las galerías comerciales.

Lo que no se va a tocar es el tipo diferenciado que pagan los inmuebles de más de un millón de euros, y que ha sido uno de los grandes caballos de batalla de las últimas ordenanzas fiscales. La subida fiscal que se ha aplicado en Zaragoza en los últimos años ha recaído fundamentalmente en grandes inmuebles ubicados en suelos industriales, comerciales y terciarios, algo que levantó fuertes críticas del sector empresarial y de los partidos que ahora están en el gobierno. El año que viene esa presión fiscal no se volverá a elevar, pero tampoco se reducirá significativamente.

En cuanto a la plusvalía, actualmente se encuentra bonificada al máximo en caso de vivienda habitual heredada, y al 20% en caso de un segundo inmueble, con un límite de 150.000 euros de valor catastral. El año que viene ese porcentaje se elevará hasta el 50% y se aplicará no solo a viviendas, sino también a otros inmuebles como garajes o locales.

El gobierno también ha aprobado una bonificación del 25% en el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (Icio) para los emprendedores, empresarios y autónomos que quieran “modernizar o actualizar su negocio”, según ha señalado Herrarte. La rebaja se aplicará sobre los primeros 30.000 euros del coste real de la obra.

Por último, también habrá una reducción del 50% en la cuota que pagan los comerciantes del mercado ambulante de La Almozara por instalarse los miércoles, lo que les supondrá una rebaja del pago mensual total del 26%. Además, también baja un 50% el impuesto de tracción mecánica para los vehículos históricos, habrá un descuento del 50% en las piscinas los días que haya ola de calor y acceso libre para los museos para las personas que tengan más de un 33% de discapacidad y para su acompañante. Tasas como el agua, las basuras o las instalaciones deportivas se mantienen congeladas.

Navarro ha valorado que el día de hoy es “imporante” porque el gobierno ha “bajado los impuestos”, y ha opinado que este documento es “beneficioso para todos los zaragozanos”. Aunque no ha podido valorar la caída en la recaudación total de los impuestos, ya que dependerá de las solicitudes que haya de bonificación, ha señalado que no será un problema para las sufridas arcas municipales ya que “si se gestiona bien, se puede recaudar mucho por otras vías”.