ARAGÓN EN FIESTAS
Sádaba reparte 35 ‘pañuelicos’ a sus nuevos vecinos
El Ayuntamiento ha programado también un homenaje a los mayores, que será el próximo jueves.
Los protagonistas de Sádaba este lunes fueron los niños y el próximo jueves serán los mayores, ya que ese día se rendirá homenaje a todos los que superan los 90 años de vida y a una vecina centenaria.
El Ayuntamiento sadabense organizó este lunes la imposición del ‘pañuelico’ a 35 pequeños nacidos en el municipio de las Cinco Villas en 2018 o descendientes de la localidad. Fue un acto solemne que se desarrolló a las 12.00 en el salón de plenos. El alcalde, Santos Navarro, hizo entrega de este distintivo de color azul, con el escudo de la villa, a todos los niños y niñas, que acudieron acompañados de sus padres y hermanos. En la cita, el edil destacó la "importancia" de este tipo de iniciativas, dado que "no solo sirven para dar la bienvenida a los nuevos vecinos de Sádaba, sino que es un modo de vincularlos, desde la más tierna infancia, con el pueblo, de sentar raíces y hacerlos sentir en casa".
Este lunes tuvo lugar también la tercera carrera de triciclos y minimotos. Fue a las 19.30 en el paseo Urruti Castejón. El resto de los días festivos también se desarrollarán multitud de actos infantiles, especialmente el jueves, 22 de agosto, en que se celebrará tanto el Día del Mayor como del Niño.
Homenaje a la tercera edad
La jornada dedicada los mayores comenzará con una misa a las 9.00 en la iglesia, para continuar con un almuerzo para todos ellos en el Casino. El Ayuntamiento de Sádaba homenajeará a quienes superan los 90 años, que en esta ocasión son 11. A estas personas se suma, este año, una centenaria, Rosario Cortés Cortés que, aunque es vecina de Layana, lleva viviendo en la residencia Villa de Sádaba desde el año 2001, a donde llegó con su marido Ángel Beguería. Rosario cumplirá 100 años el próximo 30 de agosto.
Cortés es un ejemplo de vitalidad. En su vida, todo ha sido actividad. "No sé estar parada", reconoce esta mujer, que se siente "muy orgullosa" de sus tres hijos, siete nietos y ocho biznietos. "Mis hijos son muy buenas personas y los pequeños, muy majicos", dice. A sus 99 años relata que su vida ha transcurrido en el mundo rural. Especialmente en su casa de la calle Mayor de Layana, la vivienda familiar, de la que recuerda con especial cariño la explanada que había en la parte de atrás, por la que cruzaban carros y caballerías:"Allí nos juntábamos todos los de las casas vecinas". Hoy, reformada, "en esta zona hay un apartamento de uno de mis hijos con una cristalera que ofrece bellas vistas del Moncayo. Es mi lugar favorito del pueblo", reconoce, "junto a la iglesia y la plaza que tiene al lado". Y recuerda:"Ahí jugábamos de niños y luego, de más mayores, era lugar de reunión y encuentro".
