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Más de 9.000 personas visitan el Museo de las Momias de Quinto en su primer año

El Ayuntamiento habla de "auténtico éxito" y constata un impacto turístico y hostelero en el municipio. 

Museo de momias de Quinto
Solo en su primer fin de semana abierto, el museo recibió 300 visitas.
Ayuntamiento de Quinto

El Museo de las Momias de Quinto de Ebro ha cumplido su primer aniversario tras recibir en trece meses a más de 9.000 personas que han acudido al Piquete para conocer la historia del edificio y de los quince cuerpos que alberga.

El alcalde de Quinto, Jesús Morales, ha recordado que las instalaciones se inauguraron el 1 de junio de 2018 y desde entonces, entre los 9.000 y 9.100 visitantes han pasado por allí".

"Es un auténtico éxito, no imaginábamos semejante impacto y estamos contentos por su funcionamiento", ha reconocido el alcalde, al observar que "hace año y medio en Quinto nadie se imaginaba que esto pasaría".

"Nunca nos habíamos considerado un pueblo turístico, aunque tenemos recursos para ver, pero desde junio del año pasado es una estampa habitual encontrar grupos de familias o amigos que vienen a ver el museo, que visitan los tres portales de origen medieval -de San Miguel, San Roque y San Antón-, y también se está notando en la restauración, con una gran afluencia de público los fines de semana".

Para conmemorar este primer aniversario, a finales del mes de junio se desarrollaron sesiones de showcooking, circo al aire libre por las noches, conferencias sobre las momias de Quinto y se presentó la Asociación Territorio Mudéjar, de la que el municipio forma parte. Además, el pasado 6 de julio la cantante Carmen París ofreció un recital en el Piquete.

Además, desde este fin de semana la colección de quince momias se ha completado con la exhibición de más de cincuenta piezas que se encontraron enterradas en el mismo espacio de la nave central del Piquete. "Cuando se hizo la excavación salieron las quince momias en perfecto estado, pero también monedas, rosarios, anillos, pendientes, que ya están expuestos en el edificio", ha resaltado.  

"No podemos decir que el museo como tal sea generador de empleo", pero sí que ha permitido contratar directamente a dos personas que trabajan en el edificio y "una tercera de refuerzo". Además, "ha permitido ampliar la jornada laboral a las empleadas del servicio de limpieza del ayuntamiento y ha servido para difundir nuestro pueblo y dar una imagen exterior que hasta ahora no se había producido".

La mayoría de los visitantes proceden de Aragón, pero también de otras Comunidades autónomas y "de muchas partes del mundo". Como ejemplo, ha observado que este pasado fin de semana ha llegado a Quinto un catedrático de Historia de la Universidad de Liverpool.

"Son personas que conocen el museo por las momias o por la historia del edificio en la Guerra Civil española". También llegan visitas de Francia, Australia o Canadá. "Estamos muy sorprendidos de la procedencia y hemos puesto un mapa en el museo para ir viendo de dónde vienen", ha comentado Morales. 

Quince cuerpos expuestos

El Museo de las Momias exhibe 15 cuerpos de los siglos XVIII y XIX en perfecto estado de conservación. Los cuerpos aparecieron en la antigua iglesia del Piquete tras tres campañas arqueológicas que comenzaron en 2011 y estuvieron cuatro años guardados hasta que el consistorio decidió realizar una primera exhibición en 2015, en la que se mostraron seis momias.

El visitante puede encontrar a ocho niños y siete adultos, mujeres y hombres, cuyos restos se han mantenido intactos gracias a las especiales condiciones de humedad y de temperatura que se dan en esta antigua iglesia. Sus enterramientos corresponden al periodo de entre 1750 y 1832 y tres de estas personas habrían pertenecido o estarían relacionadas con la Iglesia, por las ropas que vestían.

Los estudios de los cuerpos han permitido conocer que una de ellas fue una persona que estaba en el municipio recibiendo un tratamiento para curar una enfermedad y que falleció allí y todos son de clase media-alta, dado que los enterramientos se realizaban en el cementerio exterior y en la iglesia se enterraba a niños o personas que pagaban por ello. Además, algunos fueron enterrados con zapatos de cuero o telas de seda, ropa de valor para la época.

La excavación en la nave central de la antigua Iglesia de la Asunción de Quinto se realizó en la primavera de 2011 y sacó a la luz centenares de enterramientos practicados en ese edificio desde el momento de su construcción y hasta 1831. En 'el Piquete' llegó a haber 1.065 enterramientos y aún quedan otras capillas del edificio por analizar.

Gracias a la inversión de un millón de euros de la Diputación de Zaragoza (DPZ) en la restauración del 'Piquete', se pudieron acometer trece fases de restauración que permitieron abrir el edificio tras haber permanecido cerrado desde los años 50 hasta el pasado mes de noviembre.

Para instalar este museo en su interior, además, el consistorio recibió ayuda para la musealización del Centro para el Desarrollo de las Comarcas del Mar de Aragón y Ribera Baja (CEDEMAR - Fondos Feader) y también aportó recursos propios. 

'El Piquete'

Se trata de una iglesia de comienzos del siglo XV atribuida al maestro Mahoma Ramí, arquitecto de Benedicto XIII (el Papa Luna), que ha experimentado ampliaciones y transformaciones en épocas posteriores. En su advocación original estaba dedicada a Santa María y posteriormente a la Asunción de la Virgen. Su ubicación en el Cerro de la Corona y su torre, han supuesto que popularmente sea conocida como 'El Piquete'.

Durante la Guerra Civil (1936-1939) sirvió de punto de observación, defensa, refugio de la población y de combate. Sufrió una casi total devastación y especialmente dañada resultó la cara oeste de la torre. Tras la guerra, se optó por construir una nueva iglesia parroquial en la parte baja del pueblo.

Tras la desacralización de la iglesia tuvo varios usos. Fue ocupada como almacén de grano en los años 70, por lo que no ha estado abierta al uso público desde los años 50 hasta noviembre de 2017 cuando, finalizada la fase XIII de restauración, se utiliza como espacio sociocultural.

En 1982 fue incoado expediente de declaración como monumento histórico artístico. A partir de 1983 se empezaron a llevar a cabo varias fases de actuación sobre la iglesia, iniciadas con la restauración estructural del edificio, la torre y su chapitel y las cubiertas. Desde ese momento, se han sucedido 13 fases de restauración que han contado con la colaboración de la DPZ.

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