Valdefierro sigue peleando por la adecuación de sus solares vacíos

A las reivindicaciones de las asociaciones de vecinos se ha sumado ahora una iniciativa particular que demanda la limpieza de las parcelas y la instalación de más zonas verdes.

Valdefierro sigue peleando por la adecuación de sus solares vacíos
Solar de la calle Rigel
Heraldo.es

Las redes sociales sirven para muchos ciudadanos descontentos como altavoces mediante los que difundir sus quejas y reivindicaciones. También para lanzar iniciativas y presionar a la administración para que tome medidas o lleve a cabo determinadas actuaciones. Precisamente, eso es lo que una vecina del barrio de Valdefierro hizo hace unas semanas a través de la plataforma Change.org para que el Ayuntamiento de Zaragoza limpie y adecúe los solares vacíos del vecindario.

“Los vecinos de Zaragoza pedimos la limpieza de los descampados del barrio. Pagamos impuestos y tenemos derecho a que quiten la basura de ahí”, recoge en su escrito, en el que también exige la creación de nuevas zonas verdes para que los más pequeños puedan jugar.

Si bien la iniciativa no ha tenido demasiada repercusión, vuelve a poner de manifiesto una de las demandas más antiguas de los vecinos del barrio: la limpieza de las parcelas en desuso ante el riesgo de incendio que suponen y la acumulación de suciedad que generan.

Hace ya seis años, la Asociación de Vecinos Aldebarán ya elaboró un informe en el que señalaban la presencia de más de un centenar de parcelas vacías, junto a su ubicación y sus características. Un documento exhaustivo que han ido enviando a los sucesivos partidos en el gobierno pero que no ha servido para iniciar ninguna actuación de calado. “La situación es indecente. Hemos peleado mucho, pero no se ha intervenido desde hace tiempo”, señala Juliana Algaba, presidenta del colectivo vecinal.

Para algaba, la existencia de estos espacios configura una imagen poco deseable de Valdefierro e insta al Ayuntamiento a actuar en consecuencia. “Al barrio lo hunde tener ese aspecto de dejadez. La zona de Francisca Millán da horror”, comenta.

No obstante, más allá de la estética, a los vecinos les preocupa que la hierba alta que crece en muchos de estos solares se prenda, como ya ha ocurrido en algunas ocasiones. Y es que, con las altas temperaturas y la sequedad de los terrenos, una simple colilla mal apagada puede desencadenar un incendio a escasos metros de las viviendas de los vecinos.

La presidenta de la asociación sugiere a la administración que contacte con los propietarios de los solares que peor estado presentan para instarles a adecentarlos, aunque recuerda que hay dueños que sí que cumplen con la normativa. “Hay un solar en la calle Rigel cuyos propietarios han hecho todo lo posible para adecuarlo. Han pagado todo lo que tenían que pagar y no pueden tocarlo porque queda por tirar una pared en la que hay una palomilla eléctrica que Endesa tiene que quitar”, explica Algaba, que denuncia que la empresa ya ha cobrado por unos trabajos que no se han realizado.

Esa parcela en concreto sirve de cobijo para decenas de roedores que ya se han dejado ver incluso dentro de las viviendas colindantes. “Está lleno de ratas. Se meten por las traseras de los edificios de la calle Miguel Ángel Blanco y los vecinos no pueden abrir ni puertas ni ventanas”, lamentan desde Aldebarán.

El colectivo ha asegurado que en septiembre, una vez se haya asentado el curso político, volverán a luchar para que sus propuestas sean escuchadas. En la misma línea se han manifestado desde la Asociación de Vecinos Las Estrellas de Valdefierro, ya que consideran que “tener un solar obliga a tenerlo en condiciones” y advierten de que “si ocurre algo, la responsabilidad es del propietario”. No obstante, Eduardo Picazo, portavoz de la asociación, asegura que el asunto de los incendios “no es nada nuevo” y que “cuando el antiguo camping estaba en el barrio ya ocurría que las hierbas ardían solas o las prendían”.

El portavoz de Las Estrellas señala también que muchos de los solares no están vallados, lo que puede suponer un arma de doble filo en caso de producirse un incidente. “Muchos no están cerrados, lo cual no sé si es bueno o malo. Para acceder, en caso de que pase algo, es más complicado si están cerrados”, comenta. De otra manera, cualquiera puede acceder a ellos si no están perimetrados.

Entre las posibles soluciones, Picazo aboga por la implantación de un plan de revitalización de solares, como ya se hizo en el Casco Histórico, o por que el Ayuntamiento actúe de manera subsidiaria y después le pase la factura a los propietarios.

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