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El detenido en Garrapinillos por acumular armas dice no saber nada del segundo arsenal hallado en su casa

El juez interrogó este martes Iván L. L., que cumple condena por tráfico de drogas y está investigado en la operación Illinois

La operación se salda con la detención de la hermana del dueño de la misma finca que ya fue arrestado en 2018 por tener un arsenal y munición.
Los agentes descubren uno de los zulos construidos dentro de la casa de Garrapinillos. 

Iván L. L., el vecino de Garrapinillos que fue detenido en junio de 2018 por acumular armas ilegales, munición y explosivos en su finca del barrio zaragozano, mantuvo este martes  ante el juez que no sabe nada del segundo arsenal que la Guardia Civil descubrió en marzo de 2019 en la misma vivienda y prácticamente en los mismos escondites.

En esta segunda intervención, considerada una segunda fase de la denominada Operación Illinois, los agentes arrestaron a Verónica L. L., hermana de Iván, y se incautaron de tres granadas de mano, 2.500 cartuchos de diferentes calibres (entre ellos munición de armas de guerra), un cañón de calibre 7,62 de una ametralladora MG42, dos cargadores de Cetme y una escopeta de cañones recortados.

Cuando se llevó a cabo este segundo registro de su finca de Garrapinillos, Iván L. L. seguía ingresado en la prisión de Zuera, donde está cumpliendo una condena por tráfico de drogas y de la que no ha salido desde que fue arrestado hace un año por la tenencia de armas ilegales.

Esta situación le sirvió de coartada para desentenderse de la propiedad de las armas y de la munición cuando, asistido por su abogado Juan Carlos Macarrón, fue interrogado como investigado por el juez que instruye esta causa. Aseguró en su defensa, según fuentes cercanas al caso, que su casa quedó vacía tras el primer registro de la Guardia Civil, puesto que se llevaron todo lo que encontraron, y que no sabe quién ha podido entrar y almacenarlas.

La misma explicación ofreció su hermana Verónica L. L., de 30 años, cuando fue arrestada en marzo. La mujer dijo que ella solo iba a la finca para cuidar los perros. El juez la puso en libertad provisional al valorar que las tres granadas no tenían carga explosiva y que el cargador de Cetme y el cañón de ametralladora por sí solos no constituían armas de guerra. Los agentes también registraron su vivienda de la calle del Monasterio de Veruela, en Las Fuentes, donde vive con su madre, aunque en ese piso no se encontró nada ilegal.

La Guardia Civil de Zaragoza llevó a cabo esta segunda intervención al tener conocimiento de que tras el ingreso en prisión de Iván L. L. su hermana, siguiendo sus instrucciones, había continuado presuntamente haciendo acopio de armas y munición.

Los investigadores constataron, según informaron entonces, que Verónica L. L. acudía a menudo a la finca de su hermano. Tal y como sospechaban, el día del registro hallaron en el mismo zulo descubierto en junio –un habitáculo situado debajo de un sofá con capacidad para ocultar a una persona y con un dispositivo que permite abrirlo desde dentro–, abundante munición. Los cartuchos estaban en cajas envasadas en bolsas de plástico termoselladas y metidas en recipientes metálicos con la intención de no ser detectados por los perros policía.

La Operación Illinois comenzó en febrero de 2017 al sospecharse que Iván L. L. tenía armas de fuego pertenecientes a su padre, que no había regularizado a la muerte de este. También sospecharon de un accidente que el vecino tuvo cuando manipulaba un cartucho y le explotó causándole lesiones.

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