aragón, pueblo a pueblo

Torralba de los Frailes desfila por sus amadas Hoces

El río Piedra hace guiños a la capaciad de asombro en este término municipal, con una gran diversidad de flora y fauna que enamora a caminantes de todas las edades y procedencias.

Lo mejor que tienen los sitios bonitos es que lucen en cualquier contingencia meteorológica, aunque naturalmente la lluvia torrencial no sea la mejor compañía para recorrer un desfiladero. Las Hoces del Río Piedra, cuya titularidad comparten Torralba de los Frailes y Aldehuela de Liestos, son uno de esos emplazamientos singulares de la orografía aragonesa que merece una visita ponderada. Los cortados verticales, la flora y la fauna (muchas aves protegidas) son otros alicientes para recorrer el circuito circular que permite disfrutarlas en profundidad.

En el fondo del cañón menudean los chopos, sauces y fresnos, por ejemplo. En el bosque hay nidos de especies únicas en Aragón, como el picogordo. En la roca aflora la sabina negra o los llamados zapatitos de la Virgen, y lógicamente es común hallar en el entorno al buitre leonado, el alimoche y el búho real, aunque los más afortunados pueden disfrutar del azor o el alcaudón común. Llegarse al Mirador del Reconquillo es un premio extra para los más tenaces. Por si fuera poco, en el entorno hay ocho vías de escalada de dificultad media y baja, ideal para principiantes, con una docena larga de vías como media.

El bar, punto de encuentro

Esta constante en toda la geografía aragonesa halla un epítome en Torralba. No falta la mesa de la partida de cartas tras la comida, pero también hay mirones ¬de piedra– de la jugada y comentaristas de la actualidad en la barra. Silvestre Gálvez, padre del actual alcalde, tiene 85 años; ha sido agricultor toda su vida. "Esta es tierra de trigo, cebada y centeno, en otros tiempos, los míos, también de guijas, de las lentejas, que se arrancaban a mano. Ahora también plantan girasol. Yo he hecho lo que he podido por mi pueblo, aunque la vida me ha dado algunos reveses. Nunca fui alcalde, pero sí jefe de la hermandad muchos años; también otros cuatro de concejal hace mucho, y doce más con mi hijo. Estuve de corresponsal del banco mucho tiempo para los agricultores, hacía de intermediario cuando íbamos al silo de Used a vender el trigo. He viajado poco, no me ha gustado mucho salir de por aquí. Eso sí, me encantan las excursiones, he ido mucho por las Hoces, también a Gallocanta. Y guardar las fiestas, como el día de la romería a San Juan, que es el único que no se trabaja aunque haya trabajo”.

Marinela Calin es de Sibiu (Rumanía) y lleva tres años en Torralba junto a su marido y sus dos hijas, que se escolarizan en la vecina Cubel. Sorprende su acento aragonés de pura cepa; solamente el deje eslavo de sus rasgos caucásicos, marcadamente centroeuropeos, hacen pensar en la posibilidad de que no sea nacida en la zona. "Habíamos vivido en Nuévalos antes de llegar aquí, pero se jubiló mi jefe y nos ofrecieron llevar el bar de Torralba; y a gusto que estamos. Lo mejor de Torralba es la gente, y lo felices que están las niñas”. Una de las aludidas, que no pierde ripio de la conversación, dice que está de acuerdo, pero que también le gusta visitar Zaragoza de vez en cuando.

Los envites de El Chismarrako

El Chismarrako es la asociación cultural del pueblo, y su entusiasmo es tal que no se limitan al municipio en el que tiene su sede, sino que se involucran en actividades de ámbito comarcal. Su principal actividad se repite cada mes de mayo desde 2010; es la andada popular por los senderos del municipio, con paso por los Hoces del Piedra; en verano llega la Chisma4K, una carrera popular de 4 kilómetros de recorrido que sirve de preludio a las fiestas veraniegas en honor de la Virgen de la Blanca, que se trasladan a agosto desde su diciembre canónico para reunir a más gente. En noviembre, con una periodicidad bianual, se suman a la tradición del Chopo Cabecero, tan común en toda la cuenca del Jiloca.

En el ámbito de festividades no se pueden olvidar las celebradas en honor a San Blas (3 de febrero, se celebran el primer fin de semana del mes) que organiza la Cofradía en honor a este santo, una de las más antiguas de todas esta zona; no en vano data de 1838. El domingo más próximo al 25 de marzo hay romería a la ermita de la Virgen de la Cigüela, que reúne a caminantes de varios pueblos cercanos

En datos

Comarca: Campo de Daroca

Población: 86

Distancia a Zaragoza, su capital de provincia: 124 km

Los imprescindibles

El castillo

Al ser una población fronteriza con el reino de Castilla, la necesidad de una fortificación era palmaria; hoy queda apenas un paño de muralla en pie, en el centro del pueblo; está al lado de la iglesia parroquial y forma conjunto con ella.

Mirador del Reconquillo

Junto al de los buitres, es un punto fundamental (visita tradicional de siempre, acondicionada hace una decena de años) para disfrutar de la magnificencia de las Hoces desde una ubicación privilegiada.

La escamonda del chopo

La fiesta (noviembre) comienza con la poda; la leña obtenida en este proceso se lleva a un almacén municipal y se conserva durante dos meses largos para las hogueras de San Blas. La fiesta acaba con una cena popular.

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