aragón, pueblo a pueblo

El alma de Orcajo rezuma fiesta y el pinsapo se encarga del aporte natural

El municipio darocense tiene un calendario ben trufado de festejos, una hermosa cruz procesional, un alcalde amante de la historia y una colaboradora radiofónica singularmente entusiasta.

En su día, Orcajo tuvo terrenos en alto y en planicie: la antigua aldea de Ariento, en la zona más elevada, acabó siendo absorbida por la localidad que hoy en día es la titular de este municipio; Orcajo es plana y, según Pili Bonasa, perfecta. Con matices, aunque a ella le gusta todo de este pueblo que no es el suyo por nacimiento –es de Moros– pero si por cariño; además, su marido Ramón Marco, agricultor, sí es natural del pueblo. “Orcajo es una localidad perfecta para que las articulaciones de los mayores no sufran, aunque tenemos muy pocos todo el año aquí, y perfecta para las bicis de los chavales en verano. Y tenemos muchas cosas”.

Pili Bonasa, auxiliar de enfermería ya jubilada, es colaboradora puntual de Radio Daroca, y vive en Orcajo. Le encanta leer, y se involucra en todo lo que es menester para el pueblo. “Ayudo en lo que puedo y cuando me lo piden, desde la comisión de fiestas a lo que se tercie en la Asociación Cultural de Orcajo, que une a gente de todas las edades”.

Pedro Luis Aparicio, alcalde y consejero comarcal, es un amante de la historia de la comarca y de sus costumbres. Recuerda, para empezar, que Orcajo siempre fue el municipio más vinícola de la comarca darocense. “En los 70 se llegaron a coger 11 millones de kilos de uva, de altísima calidad siempre. Ahora la cifra es muy baja; se sigue haciendo vino en las casas para consumo propio, pero ahora quedan básicamente las viñas que surten a la bodega Sommos, que tiene su sede zaragozana en Murero”.

En Orcajo no faltan las fiestas. La patrona es Santa Águeda (5 de febrero) y la iglesia parroquial está consagrada a San Bernabé, después de que las anteriores advocaciones fueran a la Degollación de San Juan Bautista y a la Asunción de la Virgen; se celebra el 11 de junio. Con San Nicolás de Bari hay un desplazamiento de fechas. “Lo celebramos –explica Pedro– el segundo fin de semana de mayo, la fecha señalada es el 8 y se une con San Gregorio, que es el 9. En su día había romería a San Nicolás el 6 de diciembre, fecha exacta del santo, pero por la climatología se decidió moverlo. En las fiestas de la Virgen, en agosto, se hace una merienda-cena popular. En su día hubo carrera pedestre y de burros; esta última era curiosa, el que montaba el burro iba de espaldas y sin albarda, y tenía que hacer malabarismos, incluso coger una pelota flotando en un balde de agua. Aquello se perdió”.

El templo parroquial está parcialmente restaurado; tiene retablos barrocos y neoclásicos (también hay uno gótico, dedicado a la Virgen del Rosario) y la torre, que amenazaba ruina en los años 50, se derribó y reconstruyó. Hay un arco de herradura en un lateral que podría ser vestigio de un antiguo acceso al minarete de un templo musulmán anterior. La iglesia ha sufrido algunos robos: una talla de madera de San Nicolás, la pila bautismal y una campana. “Ahora ya tenemos alarmas y otras medidas de seguridad; además, la gente controla cualquier anomalía. Tenemos también varias ermitas: San Bernabé y San Nicolás son las más destacadas. La Virgen del Rosario, que estaba muy deteriorada, se está recuperando: es una joya gótico-mudéjar de Juan Marrón. El historiador Carlos Lasierra ha estudiado las ermitas y la iglesia de Orcajo y otras de la redolada”.

Orcajo también guarda a buen recaudo una hermosa cruz procesional de plata, que suele salir para los Corporales de Daroca, portada por alguien de Orcajo; precisamente Ramón Marco ha ostentado ese honor en los últimos años. Se expuso en el palacio de Sástago de Zaragoza. Hay cuatro peirones en pie: el de la Virgen de la Soledad, la Virgen del Carmen, la Virgen del Pilar y San Miguel.

El sector primario local es básicamente cerealista. Hay ganado vacuno, pero el ovino ha desaparecido, aunque actualmente se negocia la cesión del usufructo de unos pastos al ganadero de una localidad cercana. “La cuestión es llegar a acuerdos con los ganaderos de vacuno y los agricultores, porque las ovejas se comen la hierba baja y las vacas, la alta. Solamente se pide que tengan cuidado con las fincas agrícolas: son normas básicas de convivencia”.

El pueblo tenía un serio problema con la cobertura móvil hasta la llegada de actual operador. Tanto Pili como su alcalde manifiesta su satisfacción. “La telefonía móvil –proclaman ambos– estaba fatal, había que salir a las afueras del pueblo para coger cobertura; ahora, la empresa aragonesa Embou ha resuelto el problema con móviles e internet, donde tenemos 30 megas reales; solo ellos han hecho caso a nuestras demandas”.

Este hecho ha animado a que un par de personas se queden en el pueblo; la ciudadana holandesa Isabella –teletrabaja en temas de seguridad– vino por unas jornadas micológicas, le encantó el pueblo y acabó comprando una casa: lleva tres años en Orcajo. Asimismo, una chica de 28 años que trabaja en Daroca se ha asentado en Orcajo. Poco a poco...

El auge de la escaleblo

El Pinsapar es el pulmón natural del término. Esta concentración arbórea presenta un tipo de abeto muy curioso: sus hojas, de un verde intenso, parecen formar mazorcas puntiagudas. Está declarado como bosque singular en Orcajo, porque este abeto de tipo mediterráneo sólo se presenta en Grazalema y Ronda en Andalucía y en el Atlas marroquí. En Orcajo hay pinsapo por el experimento de un ingeniero a principios del siglo XX. “En este pueblo –cuenta Pedro– llueve mucho menos que en Grazalema, lo normal es que el pinsapo necesite 1.000 litros por metro cuadrado y año para sobrevivir, y aquí llegamos a la mitad en los años buenos; están estudiando otros posibles aportes hídricos, porque el caso es que el Pinsapar goza de perfecta salud". También se llama El Pinsapar la asociación que lleva el museo local de setas y organiza las jornadas micológicas de otoño. El gran proyecto a corto plazo es hacer un bosque sensorial en Orcajo, accesible para menores y minusválidos.

En datos

Comarca: Campo de Daroca

Población: 59

Distancia a Zaragoza, su capital de provincia: 98 km

Los imprescindibles

Jornadas micológicas

La asociación micológica El Pinsapar, pionera en Aragón, organiza sus jornadas en otoño; suelen ser en la segunda quincena de octubre, e incluyen actividades gastronómicas: Hay un museo de setas, con separación por clases.

María José Moreno

La actriz de Orcajo (tiene casa en el pueblo, le da calor con visitas frecuentes y sus vecinos presumen de ella) tiene una larga y brillante trayectoria, premiada hace dos años con el Simón de Honor del Cine Aragonés.

La madre Rafols

Cofundadora de Hermanas de la Caridad de Santa Ana, estuvo dos años en Orcajo tras su heroico papel en la guerra de la Independencia. Se está tratando de recuperar la casa que moró en aquel intervalo: la antigua notaría del pueblo.

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