Un árbol por cada niño nacido en Casetas

Desde hace siete años, los bebés de Casetas nacen con un árbol debajo del brazo gracias a una iniciativa puesta en marcha en 2012 por la alcaldía del barrio rural y la Asociación Vecinal de Casetas y cuya última edición se ha celebrado hace tan solo unos días. El proyecto consiste en plantar un árbol por cada niño nacido en Casetas durante el año anterior y con él se han repoblado ya varias zonas verdes del barrio. “Se trata de mantener los espacios verdes de Casetas y también de crear algunos nuevos”, explica José Luis Almenara, presidente del colectivo vecinal.

A la última plantación, celebrada el domingo en el bulevar de los Ciudadanos, acudieron un centenar de personas que después pudieron disfrutar de un vermú. Este año fueron exactamente 31 árboles los que se plantaron, uno por cada niño nacido en Casetas durante el 2018. “Es una iniciativa muy loable. Cada año plantamos aproximadamente una treintena de ejemplares. Este año le tocaba al bulevar porque los árboles se fueron secando y a veces las especies que se ponen no son las más adecuadas”, apunta Almenara, que comenta que es tarea de la asociación estudiar y determinar dónde debe realizarse la plantación. El año pasado, por ejemplo, se hizo en la avenida Logroño.

Además de los árboles, proporcionados por Parques y Jardines del Ayuntamiento de Zaragoza, junto a ellos se coloca una placa con los nombres, apellidos y fecha de nacimiento de los bebés y se les entrega un diploma elaborado por la Asociación Vecinal. Los operarios de FCC son los encargados de hacer los agujeros en el terreno y colocar los árboles.

El objetivo del proyecto, además de reponer el arbolado del barrio, es fomentar el respeto al medioambiente y la naturaleza entre los más pequeños. “El diploma viene a decir algo así como que árbol y niño van a crecer juntos”, apunta Almenara, que destaca también el compromiso que los padres de los bebés tienen con la iniciativa. “Las familias hacen un seguimiento durante la vida del árbol y nos van diciendo como están, la verdad es que se implican”, asegura.

La plantación, que suele celebrarse siempre antes de la llegada de la primavera, se ha convertido poco a poco en una cita consolidada para todos los caseteros. Y aunque en un principio el proyecto tenía fecha de caducidad, todo apunta a que se seguirá realizando mucho tiempo más. “Era una iniciativa para cinco años, pero en vista del éxito que tenía, la alcaldía la prorrogó. Esperemos que dure muchos años más, ya que la Asociación seguirá colaborando”, dice Almenara.

Reconversión de la Harinera y la base de automóviles

Entre los colectivos vecinales, la principal demanda para mejorar el barrio continúa siendo la reconversión de la Harinera del Ebro en equipamientos para el disfrute de los ciudadanos, ya que podría albergar servicios como la Casa de Juventud, la Ludoteca o el Centro de Tiempo Libre.

Otra de las reivindicaciones de la asociación es la reversión de la base de automóviles, un acuartelamiento militar destinado a la inspección y recuperación de vehículos y que se construyó en la época de la posguerra. Este espacio de cerca de 80.000 metros cuadrados divide Casetas en dos partes y supone, según el colectivo, “la única oportunidad para el barrio de seguir creciendo”. “En 2008 estuvo a punto de que se hiciera una permuta del terreno y el Ministerio de Defensa lo cediera al Ayuntamiento para que este creara viviendas de Protección Oficial y servicios para el barrio, pero se paralizó con la crisis”, lamenta Almenara.

Según la asociación, este espacio podría ser aprovechado también para conectar las dos zonas de Casetas entre las que discurre, la avenida Buenos Aires y la de Logroño. “A pesar de la insistencia por nuestra parte y por parte de la Junta Vecinal, el asunto está paralizado. El año pasado ya fue una de nuestras reivindicaciones en la Cincomarzada y este año quisimos retomarla”, concluye el presidente.