zaragoza

Ratifican la pena de 3 años y 3 meses de cárcel para la enfermera que espió el historial de una amiga

Fue condenada por descubrimiento de secretos por acceder a sus datos médicos y amenazar con publicitarlos

Juicio enfermera por revelación de secretos
La acusada, durante el juicio que se celebró en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
José Miguel Marco

El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha confirmado la condena a tres años y tres meses de prisión que la Audiencia Provincial impuso a Sara P. R., enfermera de un centro de salud de Zaragoza, por consultar sin autorización el historial médico de una amiga con intención de divulgar información comprometida sobre ella. Los magistrados le impusieron una pena de tres años y tres meses de prisión, 6 años de inhabilitación profesional y una multa de 3.780 euros por un delito continuado de revelación de secretos, que ahora ha ratificado el TSJA.

Las dos amigas habían mantenido una excelente relación desde niñas, ya que eran naturales de la misma localidad. Las dos estuvieron compartiendo vivienda en Zaragoza desde 2005 a 2011, pero cuando la denunciante anunció que se iba a casar comenzaron a distanciarse, lo que se acentuó cuando contrajo matrimonio.

La relación de amistad quedó rota definitivamente en septiembre de 2016, después de que la denunciante se enterara de que la acusada la estaba criticando duramente y decidió llamarla por teléfono diciéndole que no quería saber nada de ella. Tres meses después, cuando iba por la calle con su cuñada, se encontró a Sara P. R. y esta le dijo que su marido era un sinvergüenza, y horas después se presentó en el domicilio de la afectada para insultarla.

Pero el detonante se produjo el 30 de marzo de 2017. Ese día, la acusada abordó a la víctima por la calle, le dijo que le habían "lavado el coco" desde que se había casado y que su marido era un cobarde y un sinvergüenza. Acto seguido, añadió que sabía información médica de ella y sus familiares y que pensaba desvelarla.

Debido a su puesto de trabajo, Sara P. R. tenía acceso través de los ordenadores del centro a todas las historias clínicas de los pacientes del Salud. La amenaza llevó a la mujer a denunciarla, primero ante la Policía y después ante el Servicio Aragonés de Salud.

Dos accesos desde su lugar de trabajo

Al mismo tiempo, la perjudicada, representada por la abogada Carmen Cifuentes, solicitó que se averiguara si la acusada había entrado en su informe médico y de sus familiares y el Salud le respondió que ya había accedido en dos ocasiones. Una en diciembre de 2016, desde el centro de Salud Delicias Sur donde prestaba sus servicios, acto que repitió.

Para el tribunal de la Sección Primera, estos hechos quedaron probados en la vista oral y constituyen un delito de descubrimiento de secretos, castigado con una pena de tres años y tres meses de prisión, aunque anunció su intención de solicitar un indulto parcial.

La defensa de Sara P. R. recurrió el fallo del tribunal alegando que no se había acreditado que su cliente amenazara con desvelar los datos médicos de la denunciante, información que, por otro lado, ya conocía con anterioridad dada la relación de amistad que habían mantenido durante años y las veces que la había acompañado al médico.

El TSJA desestima su recurso y recuerda que la acusada era conocedora de que los datos médicos de cada persona son confidenciales y nadie puede acceder a ellos sin previa autorización amparada por la ley. Todavía cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo

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