Los detenidos por la trifulca en el bar de la calle Sevilla denunciarán a la Policía Local

Cinco personas fueron detenidas por presunto atentado contra la autoridad y cuatro agentes resultaron lesionados.

Botellas y vasos rotos en el suelo tras la actuación policial.
Botellas y vasos rotos en el suelo tras la actuación policial.
Guillermo Mestre

Una medición de ruidos en un bar situado en el número 24 de la calle Sevilla terminó con una enorme bronca entre clientes y policías locales que se saldó con cinco detenidos y varias personas contusionadas, entre ellas cuatro agentes, dos de los cuales están de baja laboral.

El altercado se produjo sobre las 4.00, cuando los agentes se presentaron en el pub para "notificar una infracción de la ordenanza contra ruidos y vibraciones de Zaragoza", según informó la Policía Local.

Estas fuentes explicaron que cuando se pidió silencio a los presentes para hacer la medición no hicieron caso y, finalmente, fueron detenidos los varones P. M. N., de 31 años, E. N. M. A., de 32, B. B. E., de 27; la joven Montse M. N., de 24 y dueña del negocio, y un menor de edad "por acometer violentamente contra los policías" que iban a comunicar la infracción. Añadieron que cuatro funcionarios sufrieron contusiones de distinta entidad y dos necesitaron coger la baja laboral.

Sin embargo, el novio de M. N. N., presente en el bar durante la intervención policial, negó que los hechos se produjeran tal y como señala la Policía Local y calificó la actuación de violenta y desproporcionada.

Charly D., de 26 años, manifestó que "es totalmente falso" que su novia, Montse, que está embarazada de cuatro meses, atacara violentamente a ningún agente. "Al revés, la sacaron a rastras del bar entre tres policías. La oí gritar y yo quería que la soltaran o que me llevaran con ella porque no la quería dejar sola, pero se la llevaron", contó.

Explicó que cuando llegaron los funcionarios había unas 20 personas en el bar (insonorizado y con permisos) y que pidieron que apagaran la música para medir las vibraciones. "Todo el mundo se calló. Alguno cuchicheaba, pero Montse les decía que no hablaran porque ya sabe, por otras ocasiones, que tienen que estar en silencio. Después le dijeron que había dado positivo porque había superado los decibelios y que tenía que firmar. Ella quiso poner ‘disconforme’, como le  había aconsejado su gestor, y le transmitió que quería leer antes el documento. Entonces fue cuando el policía se alteró, le dijo que no, que firmase y que si no firmaría él por ella", manifestó.

Añadió que, al oír eso, un cliente preguntó si podía hablar y le dijeron que se callase. "A partir de ahí la gente empezó a hablar y a criticar su actuación, llegaron más policías, sacaron las porras y empezaron a empujar a los clientes para que salieran a la calle. A uno le quitaron el móvil porque estaba grabando y una chica que estudia Derecho le dijo que eso era ilegal y otro policía se metió en la barra. Echaron a todos y luego no había nadie para cerrar el local. Las luces se quedaron encendidas y debieron romper los mandos porque ahora no se pueden apagar desde el cuadro de luces, señaló el joven.

Al final, según relató, los funcionarios golpearon a varias personas que estaban en el pub (uno tiene una brecha en la cabeza y una joven cayó al suelo y se cortó en la rodilla con una botella rota) y detuvieron a cinco. Los cuatro adultos pasaron a disposición judicial a las 16.00 y quedaron en libertad tras declarar ante el juez. Anunciaron que piensan denunciar la actuación policial. 

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