Cae una red que amañaba parejas de hecho en Zaragoza para regularizar inmigrantes

La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal con base en Zaragoza que se dedicaba a introducir en España inmigrantes en situación irregular mediante la constitución fraudulenta de parejas de hecho. Por el momento, han sido detenidos el cerebro de la trama y otras 18 personas, a quienes se imputan delitos de favorecimiento de la inmigración irregular, falsedad documental, pertenencia a grupo criminal y denuncias falsas.

Según informó ayer la Jefatura Superior de Aragón, las víctimas pagaban entre 7.000 y 12.000 euros para regularizar su situación en España, mientras que los colaboradores de la red recibían entre 800 y 2.000. Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de mayo en la capital aragonesa al detectarse un inusual incremento de las solicitudes de permisos de residencia de familiar comunitario de extranjeros de origen magrebí que se constituían en parejas estables no casadas con jóvenes españolas.

Las pesquisas constataron la existencia de una organización ilegal que introducía inmigrantes en situación irregular en España. Al frente de la misma se encontraba J. M., un varón de nacionalidad marroquí que, años atrás, había conseguido regularizar su situación administrativa emparejándose también con una española. Ahora se ha podido comprobar que este hombre no reside con quien decía ser su pareja de hecho, sino que con quien convive en realidad es con su verdadera esposa, S. E. M., y los dos hijos del matrimonio, todos de nacionalidad marroquí. Estas dos mujeres formaban parte también de la organización criminal.

El cerebro de la organización captaba varones marroquíes en situación irregular en España o en otros países europeos y les ofrecía la posibilidad de obtener un permiso de residencia previo pago de elevadas cantidades de dinero, de 7.000 a 12.000 euros. Las vías de llegada a nuestro país eran por Italia, Bélgica o Francia, transportándolos en vehículos particulares hasta la frontera de La Junquera, aprovechando la ausencia de controles fronterizos en el interior de la Unión Europea.

De La Junquera a Zaragoza

Desde allí eran trasladados hasta Zaragoza y alojados en alguno de los 14 pisos que la organización poseía en la ciudad y en los que los inmigrantes vivían rodeados de basura y en condiciones penosas. El cabecilla de la trama no dudaba en amenazar y coaccionar a los extranjeros si no querían pagarle las cantidades que él les exigía, llegando a interponer denuncias (falsas) por robos en domicilios, robos con violencia e, incluso, agresiones sexuales.

Por otro lado, la esposa legítima del cabecilla y otra joven española que, a su vez, había sido integrante de una de las falsas parejas investigadas, se encargaban de reclutar a jóvenes mujeres españolas con problemas económicos que se prestaran a inscribirse falsamente como pareja de hecho en el Registro de Parejas Estables No Casadas de Zaragoza, dependiente del Gobierno de Aragón.

Se ha podido constatar que, en algunos casos, estas mujeres ni siquiera conocían el motivo por el que acudían a las oficinas, ya que simplemente iban donde las llevaban, firmaban los documentos que les ponían delante y cobraban la cantidad acordada por hacerlo. Una vez las parejas eran inscritas, la propia organización se encargaba de pedir citas en la Oficina de Extranjeros de Zaragoza para la solicitud del permiso de residencia de familiar de comunitario. Se han inspeccionado más de 160 expedientes, de los que se han elevado casi 30 informes desfavorables.