La Mancomunidad del Bajo Gállego, integrada por Zuera, Villanueva y San Mateo, ha impulsado un proyecto que llevaba paralizado años: la recuperación del corredor verde junto al río. La idea es adecuar una red de senderos a ambos márgenes para desarrollar un recorrido fluvial de casi 50 kilómetros, a pie o en bicicleta, que permita, además, dar a conocer su potencial medioambiental, cultural y arquitectónico. Un ambicioso plan que precisa una inversión cercana a los 200.000 euros.

Mónica García Gil, técnico de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zuera, coordina esta iniciativa que, según recuerda, se planteó hace tiempo. Ahora se ha retomado la idea inicial, aunque con un planteamiento menos ambicioso, y se ha elaborado el proyecto, que se encuentra en exposición pública. Unirá Ontinar de Salz y el término del que depende, Zuera, con San Mateo de Gállego y Villanueva de Gállego.

La idea es habilitar dos rutas senderistas, una por cada margen fluvial, y llevar a cabo su balización senderista, que sirva para comunicar a pie o en bicicleta los cuatro núcleos. Recorrerá los puntos más singulares del territorio de la Mancomunidad del Bajo Gállego, aprovechando el trazado de los caminos rurales próximos al cauce y pasos existentes. «Tiene sentido ambientalmente conectarlo por ambas márgenes buscando la mayor proximidad al río. Hay azudes, presas y elementos muy interesantes», afirma García. En el estudio previo se apostó por la localización de elementos de patrimonio cultural, arquitectónico, hidráulico o natural.

El proyecto busca «promocionar la movilidad sostenible y la salud de las personas, impulsado diversas actividades para toda la población, como son acciones deportivas, de recreo infantil, ocio y entretenimiento, y como puesta en valor y medio de difusión de la naturaleza que rodea el cauce del río Gállego y su amplia huerta».

Habrá dos rutas circulares: una por la margen izquierda (24,5 kilómetros) y otra por la derecha (25,2 kilómetros). Aproximadamente, se podrá transitar por casi 50 kilómetros lineales. Después de analizar todos los caminos de la zona de actuación se ha determinado que para su trazado se han tomado senderos rurales existentes que requieren la mínima intervención, con el fin de minimizar expropiaciones y afecciones a fincas privadas, así como los trabajos de acondicionamiento y obra. No está previsto modificar anchos ni tipos de firme en esta actuación.

La balización está homologada por la DGA y por la Federación de Ciclismo. El Consorcio de Transportes de Zaragoza ha dado también el visto bueno al plan, ya que el corredor conectará con el que llega a Peñaflor.

La técnico de Medio Ambiente pone de manifiesto que un aspecto importante serán los paneles interpretativos que se instalarán, y que ofrecerán explicación sobre el patrimonio natural y cultural y puntos de interés: «Contribuirán a enriquecer mucho la ruta». Se trata de acercar y hacer más accesible el ecosistema del río Gállego a los habitantes, y crear un elemento de atracción para el turismo sostenible, poniendo en valor el cauce. Las obras contempladas en el proyecto incluirán la señalización, balizamiento y defensas, gestión de residuos y seguridad y salud. Durante la ejecución de los trabajos se deberán cumplir las condiciones dispuestas por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón.

Se plantean puntos de salida en los cuatro núcleos urbanos y otras zonas urbanas, ya que la ruta puede partir del punto que el usuario desee y se puede recorrer en cualuqier sentido, siendo bidireccional. Se propone la distribución de señales de salida o inicio de ruta, considerando los diversos medios de transporte con los que el turista puede llegar a cualquiera de los cuatro núcleos, siendo estos puntos algunas paradas de autobús interurbano y las estaciones de tren.