Como muchos niños en las inminentes cartas a los Reyes Magos, el Ayuntamiento de Zaragoza se ha pedido un dron. En concreto, es el Servicio de Inspección Urbanística el que ha adquirido un aparato volador por control remoto que le permitirá fotografiar y hacer grabaciones del estado de conservación de los edificios de la ciudad.

El dron en cuestión es de la marca DJI Mavic Pro, tiene un peso máximo de despegue de 734 gramos y un precio aproximado en el mercado de entre 900 y 1.200 euros. Para poder utilizarlo, tres técnicos municipales del servicio de Inspección se han sacado el título de pilotos de dron, y el Ayuntamiento ha conseguido los no pocos permisos que hay que tener para hacer volar un dron en la ciudad.

Además, para hacerlo con todas las garantías de seguridad, el Consistorio acaba de sacar a concurso un seguro de responsabilidad civil frente a terceros "por los daños que puedan ocasionarse durante y por causa de la utilización del dron municipal", detalla el pliego. Las empresas interesadas pueden presentar sus ofertas hasta el próximo día 27 y el valor aproximado del contrato es de 765 euros. La cobertura prevista ante incidencias alcanzará los 200.000 euros.

Según explicaron fuentes de Urbanismo, el dron se va a usar para fotografiar el estado de conservación de las zonas altas o los tejados de los edificios de la ciudad. Hasta ahora, para poder echar un vistazo a estas partes, no había más remedio que recurrir a la escala de un camión de Bomberos. Ahora, primero se usará el dron, con el que se pueden hacer fotos y vídeos a 20 centímetros de la grieta o del desperfecto que tenga el edificio. Así, solo habrá que reclamar una escala cuando haya que actuar en el inmueble, por ejemplo para quitar cascotes que presenten riesgo de caída en la vía pública. Desde el Consistorio aseguran que el dispositivo cuenta con todos los permisos necesarios, y que salvaguarda la privacidad de los vecinos.