'Doctrina Rivarés' para todos

Los patinetes eléctricos de alquiler se han multiplicado en Zaragoza.
Los patinetes eléctricos de alquiler se han multiplicado en Zaragoza.
Guillermo Mestre

Casi a la misma velocidad que los baches y las baldosas rotas, crecen por las calles de Zaragoza bicis y patinetes eléctricos explotados por empresas que hacen negocio bajo el aura de la movilidad compartida. Sociedades que ganan dinero sin ninguna regulación que contemple otros derechos que no sean los suyos, empezando por los de los peatones, y sin ninguna contraprestación para el conjunto de los ciudadanos. La última es una gran multinacional que mueve cifras millonarias y que por esos mismos motivos ha sido desplazada de otras ciudades, cuyos ayuntamientos han antepuesto el interés general al particular. Aquí campan todas a sus anchas, con la permisividad de un gobierno municipal que debería empezar a explicar el porqué de tanta renuncia. A propósito del despropósito que está siendo este año el asunto de los pabellones de las fiestas del Pilar, decía el consejero de Hacienda, Fernando Rivarés: "Cualquiera que quiera usufructuar un espacio con ánimo de lucro debe licitar". Aplíquese el cuento y la doctrina: bicicletas y patinetes, a concurso con su correspondiente pliego de condiciones y un canon o una tasa para mantener el espacio público que usan y ocupan en su lucrativa actividad. Como todo el mundo, vamos.