Los presupuestos participativos impulsan cinco nuevos carriles bici que suman un millón de euros

Se preparan proyectos para Pablo Ruiz Picasso, el Camino del Pilón, la calle Asalto y un eje ciclista en el barrio de Torrero.

Dos operarios, este lunes en el inicio de los trabajos de construcción del nuevo carril bici.
Dos operarios, durante los trabajos de construcción del nuevo carril bici.
Guillermo Mestre

Los presupuestos participativos de 2018 van a suponer un nuevo acicate para la red ciclista de la ciudad pues las propuestas de distrito –las que ya se han votado y evaluado– van a impulsar la creación de, al menos, cinco nuevos carriles bici que suman una inversión de 945.000 euros. El de la avenida de Pablo Ruiz Picasso, en el Actur, fue el que más respaldo recibió por los vecinos de la margen izquierda (429 votos) y uno de los más largos que se crearán: aunque aún se está definiendo el proyecto, se extenderá a lo largo de unos 1.300 metros.

Además, un centenar de residentes en Miralbueno apoyaron también que se construya un carril bici en el Camino del Pilón, mientras que 119 zaragozanos votaron por implantar otra vía ciclista entre las calles de Asalto y Alonso V. Con una inversión de 180.000 euros se prevé igualmente unir las infraestructuras ciclistas ya existentes entre el Tercer Cinturón (la zona del Príncipe Felipe) y el Camino de las Torres, mientras que 194 vecinos de Torrero respaldaron crear con 225.000 euros un "eje vertebrador de Torrero". Este conectará el carril de la Z-30 con Cuéllar y el Canal, y lo más factible es que pase por Fray Julián Garcés, "ya que es más ancha y tiene menos movimiento de carga-descarga que la avenida de América", se lee en la web municipal. La propuesta sugiere que debería ir "por el lado de los impares para evitar el conflicto en las paradas de bus", si bien se auguran algunos problemas de movilidad –que precisarán de cirugía fina– a la altura de la plaza de las Canteras.

Un red creciente

El de los ciclistas se ha convertido en uno de los ‘lobbies’ fuertes en los presupuestos participativos, como también han demostrado serlo las ampas de los colegios. Así, de todas las ideas que llegaron al área de Participación hasta 78 sugerían mejorar la movilidad en dos ruedas y ampliar la red ciclable de la ciudad. Hoy en día esta malla básica cuenta con 131 kilómetros de vías ciclistas, si bien hay que tener en cuenta que hace quince años apenas eran 12 los kilómetros que se contabilizaban en la ciudad por los que las bicis podían circular de forma segregada.

Con la incorporación de Constitución, Sagasta o Gómez Laguna se han sumado no pocos kilómetros a una red, que aún tiene debes importantes como la zona de Violante de Hungría –que ZEC acaba de sacar a licitación por decreto– o, a pocos metros, en el interior del barrio de La Romareda, donde se reivindica una vía ciclista para la calle de Asín y Palacios. Queda pendiente también la conexión del paseo de Calanda con la avenida Ciudad de Soria, que se aprobó en los presupuestos participativos de 2017, pero que más de un año después aún no ha comenzado a ejecutarse.

Ideas descartadas

En las propuestas de barrio, no obstante, también ha habido iniciativas ciclistas que se han rechazado, bien por no considerarse viables técnicamente o bien por no reunir los suficientes apoyos vecinales. Así, había alguna propuesta para dotar de carril bici la calle de Julián Sanz Ibáñez (la construcción se valoró en 100.000 euros) que fue descartada y tampoco llegó a contemplarse dotar de vía ciclista a Duquesa Villahermosa, lo que hubiera costado 195.000 euros.

La fortuna también resultó esquiva para los alumnos del instituto de Valdespartera –que aspiraban a tener un camino ciclistas hasta el centro– y para los vecinos de La Almozara, pues se registraron hasta tres propuestas distintas para reservar parte de la calzada de Pablo Gargallo para las bicicletas, pero todas fueron desestimadas.

Ni qué decir tiene que el Ayuntamiento tampoco admitió otras propuestas ciudadanas que pasaban por levantar algunos de los carriles bici más controvertido ya construidos. Así, hubo vecinos del distrito Centro que expresaron su deseo de que el paseo de la Constitución volviera a ofrecer más espacio para los coches y lo mismo sucedió con el paseo de Sagasta. Argumentaban que son muy pocos los usos que los ciclistas dan a estas infraestructuras y que, por el contrario, crean atascos en el resto de la circulación. Estas propuestas, según consta en la web municipal, se retiraron por ser «incompatibles» con el Plan Director de la Bicicleta y la ordenanza de circulación de peatones y ciclistas.

La vía ciclista de los paseos de Pamplona y de María Agustín aguarda su turno en septiembre
Aunque se está pendiente del próximo Plan de Movilidad Sostenible –que lleva meses de retraso– y de que una hipotética línea 2 de tranvía pudiera reformar todo el entorno, el gobierno de ZEC parece decidido a implantar un carril bici en los paseos de Pamplona y de María Agustín. Sería este el mayor de los retos que afrontaría el área de Movilidad porque ambas arterias son dos de las que más tráfico soportan en Zaragoza. La vía ciclista implicaría la reducción de uno o más carriles, en una zona con frecuentes retenciones y atascos en torno a la Puerta del Carmen.

Este nuevo carril bici –tras la exclusión del museo de la Semana Santa que tuvo 918 votos– es la idea ciudadana más votada con 351 apoyos dentro del apartado de propuestas de ciudad. Será el próximo 4 de septiembre cuando se dé luz verde a las propuestas en una comisión extraordinaria, si bien la oposición podría bloquear el proceso. El mes que viene, por tanto, se encargarían los trabajos para hacer una vía ciclista que vendría a completar el listado de grandes avenidas con infraestructura para bicis: primero fue Gran Vía, más tarde el paseo de Constitución y, después, Sagasta.

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