Ana Serrano, joven investigadora en formación de Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) de la Universidad de Zaragoza ha sido una de las diez premiadas este año por la multinacional norteamericana Nvidia.

La empresa norteamericana, líder en fabricación de unidades de procesamiento gráfico, apoya desde 2001 con sus becas la investigación de estudiantes de doctorado de todo el mundo, cuyos trabajos permiten avances significativos a la industria gráfica.

En la convocatoria de este año, Ana Serrano ha sido una de las elegidas. Tal y como ha explicado este lunes el vicerrector de Política Científica de la Universidad de Zaragoza, Luis Miguel García Vinuesa, este premio ha sido recibido con mucho agrado por la institución académica y por el grupo Graphics and Imaging Lab del I3A, por el respaldo y la visibilidad que da a la investigación “de calidad y proyección internacional”, que se está haciendo en el campus público.

García Vinuesa, que ha felicitado públicamente a la joven ingeniera por este galardón, ha recordado también que el Nvidia Graduate Fellowship es la segunda vez que se concede a un investigador español y ha destacado el hecho de que en ambos casos haya recaído en “doctorandos mujeres, ingenieras y del grupo Graphics and Imaging Lab del I3A de la Universidad de Zaragoza”. La primera española en recibir este premio fue Belén Masiá, que ha sido, junto con Diego Gutiérrez, la directora de la tesis de Serrano.

Por su parte, Ana Serrano ha explicado que su tesis doctoral analiza distintos campos de la computación virtual. “Concretamente -ha detallado- a Nvidia le ha interesado la parte que analiza el comportamiento y los mecanismos de atención de los usuarios cuando están en entornos virtuales”.

Serrano, de 27 años e ingeniera de telecomunicaciones, está cursando el último año del doctorado de Ingeniería Informática por la Universidad de Zaragoza. Ha reconocido que el premio es fruto de mucha dedicación y trabajo y ha mostrado su satisfacción, no solo por lo que representa contar con 50.000 dólares (casi 45.000 euros) para dar impulso a su investigación, sino porque “es un honor que este galardón que habitualmente recae en universidades punteras estadounidenses, haya sido concedido por segunda vez a una investigadora de la Universidad de Zaragoza”.

En una entrevista con Heraldo tras ser premiada por la firma Adobe, destacaba  que, en el futuro, el mundo real será indistinguible del mundo virtual.