El Mundial de España fue un impacto muy grande en la vida del país. Era 1982, el intento de golpe de estado de Tejero había ocurrido el año anterior y se veía venir un cambio de dirección política. Leopoldo Calvo-Sotelo era el presidente del Gobierno durante un campeonato que se vio como la demostración de la capacidad que podía tener España de organizar grandes eventos deportivos. Todas las sedes trataron de ofrecer los mejores servicios, además de actualizar sus instalaciones deportivas y estadios.

En La Romareda de Zaragoza se jugaron tres partidos del campeonato, con los equipos del grupo de España enfrentándose entre ellos. España tenía todos sus partidos de la primera fase en Valencia. El 17 de junio, Yugoslavia e Irlanda del Norte empataron a cero. En Yugoslavia jugaba Surjak, que luego pasó su última temporada como profesional en el Real Zaragoza, la 84-85. El día 21 de junio, Honduras e Irlanda del Norte empataron a uno. Los hondureños se hicieron muy populares en Zaragoza, visitaron colegios y la gente los cogió como equipo de casa. Manolo 'el del Bombo' les animó desde la grada, aunque luego no se perdía ningún partido de España. El 24 de junio se jugó en La Romareda el tercer y último partido zaragozano de aquel campeonato, con la victoria de Yugoslavia sobre los hondureños por 1-0.

Heraldo de Aragón se desplazó a Madrid para cubrir la final, con el fotógrafo Arturo Burgos en el césped para capturar imágenes únicas. Italia había avanzado con muchos problemas a la segunda ronda, pero luego se convirtió en un enemigo temible; Alemania partía como favorita, y sin embargo los italianos ganaron 3-1. El máximo goleador del campeonato, Paolo Rossi, consiguió el primero de los goles. Se hicieron famosas las celebraciones en el palco del presidente italiano Sandro Pertini, ya muy mayor entonces, que se abrazaba entusiasmado con el rey Juan Carlos I. 

La selección italiana celebra en el Bernabéu su victoria en el Mundial 82 | Arturo Burgos