Javier Nicolás, alcalde de Chiprana: "Las plantas fotovoltaicas garantizarán el futuro del municipio"

En su DNI figura Francisco Javier Sergio Nicolás. ¿Cómo prefiere que le llamen?

Javier o Javi. Nicolás es mi primer apellido. Tener tantos nombres resulta un poco peculiar. A Francisco Javier le añadieron Sergio por el día de mi nacimiento.

Lleva más de media vida en política. ¿Cuál es el balance?

Es positivo, a pesar de las horas de dedicación que implica. Entré en el ayuntamiento en 1987 como concejal con el PAR y llevo como alcalde desde 2003, la última legislatura con el PP.

¿Cómo han vivido en Chiprana la crecida del Ebro?

Con preocupación y solidaridad con los pueblos de más arriba. En nuestro caso, al estar regulado el río con el embalse de Mequinenza, no hemos tenido problemas, salvo en el agua de captación, que llevamos unos días tratando.

Es de los pocos municipios aragoneses que crece en población.

Hace una década no llegábamos a los 370 habitantes, y ahora ya estamos en torno a los 500. El 20% de los vecinos de Chiprana es de origen inmigrante. Hace 20 años la escuela estuvo a punto de cerrar; hoy tiene 21 niños. Y el aula canguro, 10. Este servicio fue pionero. Desde 2003 damos 1.000 euros por hijo nacido como una ayuda a la natalidad.

Destaca tres momentos clave para Chiprana.

Cuando se construyó el embalse de Mequinenza, cuando se implantó la cooperativa hortofrutícola La Chipranesca y a medio y largo plazo con la instalación del proyecto fotovoltaico.

¿Qué supuso la cooperativa?

Dio opción a que hoy muchas personas jóvenes se hayan quedado a vivir en el pueblo. Se están transformando unos 12 millones de kilos de fruta al año. Somos más de 40 socios y la edad media ronda los 30 o 35 años. Ayudó no solo a no perder habitantes sino a crecer.

Un proyecto crucial será la instalación del macroproyecto fotovoltaico, que abarcará los términos municipales de Escatrón y Chiprana.

La inversión para las plantas en Chiprana será de 150 millones de euros. Hablamos de la construcción de cinco plantas que, durante los 18 meses que se prolongará la fase de construcción, dará empleo a 500 o 600 personas.

¿Marcará un antes y un después?

Yo creo que sí. Es una garantía de futuro en mano de obra y recursos económicos para seguir avanzando en niveles de calidad de vida impresionantes.

¿Cuál será la repercusión económica para las arcas municipales?

El Ayuntamiento va a a recibir en torno a 600.000 euros al año cuando entren las plantas en funcionamiento, en torno a 2020, vía impuestos.

¿El recurso económico de Chiprana es la actividad agrícola y ganadera?

Sí, sin olvidar el pantano y el turismo. Viene mucha gente atraída por la pesca. El año pasado se obtuvieron 500.000 euros en permisos de pesca en el embalse. Es verdad que este año todo han sido inconvenientes.

A escasos días de que comience la campaña de la fruta, ¿prevén recibir a muchos temporeros?

En Chiprana, solo la cooperativa agraria necesitará entre 200 y 300, además de los que contraten algunas empresas importantes de la zona. En total, creo que podremos oscilar entre los 500 y los 600 temporeros.

En el término se encuentra la reserva natural de las Saladas.

Podría ser un polo de atracción, pero no termina de arrancar. Se hizo un centro de interpretación y se ha adecuado y se ha ido mejorando como espacio natural, pero no tiene las visitas que entenderíamos que debería de tener esta zona.

¿En qué proyectos están trabajando?

Queremos acabar de arreglar las calles que quedan. También se va a adecuar una entrada diferente a nivel de calle en la iglesia de San Juan Bautista. Ya tenemos el permiso de Patrimonio y se han realizado las catas. Se acometerá con el convenio a tres bandas entre Arzobispado, Diputación de Zaragoza y Ayuntamiento.