Se ven por las aceras, carriles bici y también por la calzada, pero a día de hoy -y a falta de que se regule- circular con patinete eléctrico afronta un "vacío legal" en la ciudad de Zaragoza.  

"Por instrucción de la DGT no se puede circular con ellos por ningún sitio, ya que no son considerados ni vehículos a motor ni se asimilan tampoco a la figura del peatón", informan fuentes de la Policía Local de Zaragoza, quienes precisan que, salvo que se regule en la capital aragonesa, estos usuarios necesitan tener autorización expresa del Ayuntamiento para poder circular con ellos por la ciudad sin cometer una infracción.

"Hay empresas a las que por razones turísticas se les autoriza a circular por unos itinerarios determinados, pero aquellos que no la tengan deberían solicitarla y desde luego hace falta regular el uso de estos vehículos", añaden las mismas fuentes.

¿Se puede multar a quienes circulen con él por Zaragoza?

A falta de una regulación específica en esta materia por parte del Ayuntamiento, es la DGT la que establece por dónde no deben circular estos y otros vehículos de movilidad personal (VMP) en su Instrucción 16/V-124. En ella se recogen dos características que atañen al uso de estos dispositivos: "La imposibilidad de asimilarlos a la figura del peatón, y que, por tanto, no pueda hacerse uso de ellos en las aceras y espacios reservados a aquél" (salvo autorización expresa del Ayuntamiento) y "la imposibilidad de catalogarlos como vehículos de motor", y que circulen por tanto por la carretera.

En consecuencia, el usuario de patinete eléctrico que circule sin permiso del Ayuntamiento podría ser multado en la capital aragonesa. "Se les puede denunciar por infracciones o siempre que entrañe algún peligro para el peatón de acuerdo al reglamento general de circulación, que está por encima de la ordenanza municipal. No obstante, se tiene criterio en este sentido", recalcan los agentes.

En caso de denuncia, las multas oscilan entre los 36 euros (en caso de infracción leve al circular por la calzada; o por acera y zonas peatonales a velocidad superior al paso del peatón) y los 200 euros (por infracción grave en acera o zona peatonal únicamente si existiera un peligro o riesgo inminente para el resto de usuarios de la vía).

En Barcelona: de vehículo de uso personal al reparto en patinete

La propia DGT establece que esta imposibilidad de circular "solo quedaría excepcionada en aquellos casos en que la Autoridad Municipal habilite de modo expreso, como ordenación de zonas peatonales, la posibilidad de su uso en estos espacios". Ayuntamientos como el de Barcelona han dado ya un paso adelante en este sentido regulando su uso en la vía pública, y de ello se han beneficiado tanto particulares como empresas privadas que apuestan por este medio para el reparto o entrega de pedidos. "Empezamos hace dos meses por algunos barrios de Barcelona y ahora ya tenemos clientes de toda la ciudad. Aquí está regulado su uso para circular por el carril bici y tiene que estar el patinete matriculado", explican desde Geever, una empresa catalana pionera en este ámbito que apuesta por este medio por cuestiones de eficiencia, para eliminar los efectos negativos en el entorno causados por las entregas de paquetería. "Si todo va bien, tenemos previsto expandir este servicio a Madrid", adelantan las mismas fuentes, que por el momento -y mientras no se regule previamente su circulación- no se plantean recalar en Zaragoza.