Zaragoza superó los 8.000 fallecidos en el año 2017, con un mes de enero de gran mortalidad

El Registro Civil de Zaragoza y el Tanatorio de Torrero trabajaron en 2017 más que nunca, al menos durante este siglo, ya que llegaron a contabilizarse en la capital aragonesa 8.025 fallecidos. El año arrancó con un mes de enero que alcanzó los 1.015 muertos, el más mortífero del siglo XXI, según las cifras del Registro Civil de Zaragoza.

Con más de veinte años de profesión, Carlos Lobera es desde noviembre gerente del Tanatorio del Torrero a través de la empresa Serfutosa (Servicios Funerarios de Torrero SA) y reconoce que "no conocía datos similares en Zaragoza por encima de 8.000 fallecidos en un año".

Asimismo, Lobera destaca que en lo que lleva al frente del tanatorio ha vivido algún día este año de mucho trabajo, en el que han llegado a tener 39 fallecidos (19 en los velatorios y 20 en el tanatorio), pero aún así no han alcanzado ni de lejos lo que ocurrió en 2017. De hecho, en enero de 2018 se registraron 734 muertos en Zaragoza frente al millar del año pasado.

"Tenemos la capacidad de tener más fallecidos y no nos hemos visto colapsados, aunque la media de incineraciones es de 16 cada día", apunta Carlos Lobera. "Como en residencias no pueden dejarlo allí se trasladan al cementerio", añade el responsable del recinto.

En lo que va de siglo, la media de muertes en enero en la capital aragonesa es de 727 muertes, lo que suponen 23 personas al día. Pero el año pasado hubo casi 32 defunciones por jornada en Zaragoza y sus alrededores, lo que se sale de los datos normales.

Dos tanatorios y tres velatorios

Desde 2014, hay dos instalaciones en Zaragoza para hacer incineraciones y tres velatorios. A pesar de que se creó el de Servisa, al lado del Cuarto Cinturón, para efectuar cremaciones todavía se llevan a cabo una media de 8,51 incineraciones cada día en los cuatro hornos que hay en Torrero. Además, nació ese año el Tanatorio Centro, que ofrece ceremonias y salas para las familias de los fallecidos, pero el cementerio aún ocupa una media de 12,6 salas y hacen 11,5 ceremonias diarias.

Asimismo, los fallecidos en Torrero no acaban en ese cementerio porque, como advierte el gerente, "hay mucha gente que reside en Zaragoza, pero procede de fuera y luego se traslada a cementerios de localidades de la provincia o se entierra en el de La Cartuja".

A lo largo del año pasado, las cifras de las cremaciones del camposanto zaragozano llegaron hasta las 3.107 (de ellas 1.284 urnas se depositaron en columbarios) frente a las inhumaciones de 1.968. El resto de las incineraciones se las llevan las familias a sus domicilios o se esparcen en los lugares elegidos. Cuenta Lobera que también se produce la paradoja de que se las olvidan en las funerarias y los familiares tardan meses en ir a buscarlas hasta que los avisan.

El responsable del Tanatorio de Torrero defiende que tiene "una capacidad para hacer de 14 a 16 diarias", pero con la pluralidad de horarios pueden llegar hasta 20 incineraciones al día. Con la alta mortalidad registrada el año pasado podrían haberse incinerado, además, alrededor de un millar de fallecidos en el espacio de Servisa.

Para comparar estos datos, a lo largo de 2016, en el cementerio de Torrero hubo 2.857 incineraciones y 2.572 inhumaciones. Entonces la tendencia que se mantenía era el 55% de cremaciones, mientras que en 2017 esa proporción llega hasta el 61%.

Ceremonias civiles y religiosas

A lo largo del año pasado se hicieron un total de 75 ceremonias civiles en el camposanto de Zaragoza del total de 4.104, en las que la mayoría son religiosas. Entre estas, siete eran ortodoxas, diez de los testigos de Jehová, nueve adventistas y 19 evangelistas.

"La comunidad china también vino a hacer una celebración con una persona que iba vestido de blanco que procedía de la parroquia de San Valero", explica Lobera. En esta iglesia se celebran misas en chino mandarín hace siete años ante unas 60 personas, que acuden cuando cierran sus negocios.

El aumento de fallecidos el año pasado también se notó en el crecimiento de las funerarias que se han abierto en Zaragoza en los últimos años ya que en 2017, el año con más fallecidos de lo que va del siglo XXI, se han llegado hasta 30 empresas. "Cuando empecé en este trabajo hace veinte años, en la capital aragonesa apenas había dos y ahora ya son 30", concluye Lobera.