¿Qué tal ha ido la vendimia?

La campaña este año ha sido floja, porque hemos tenido mucha sequía y calor, aunque siempre se ha dicho que eso repercute en que la calidad sea mayor. Lo cierto es que se ha dado una gran merma.

¿Qué peso ocupa el sector del vino en la economía local?

En este momento está en el 60% aproximadamente. En la agricultura, además de la viña, hay también mucha almendra.

Un día importante es el pisado del primer mosto…

Para nosotros es una jornada muy especial. Empezó hace unos 45 años como fiesta local de inicio de la vendimia y hace unos años se incorporó la Denominación de Origen y pasó a ser comarcal.

La historia del pueblo se remonta a 1121 y, desde 1453 a 1835, con la Desamortización de Mendizábal, perteneció al monasterio de Veruela.

Así es. A los vecinos se les permitía ir con sus ganados a pastar a sus tierras.

Y, de hecho, todavía existen varias casas que pertenecieron a los abades.

Son de particulares y el problema es que corren riesgo de desaparecer. Vinieron técnicos a inspeccionar su estado, por si teníamos que derribarlas, pero nos dijeron que no estaban en ruinas.

Sus padres tuvieron que emigrar a Alemania siendo usted niño.

En aquellos tiempos fue necesario. Primero viajó mi padre y al tiempo fuimos el resto de la familia. Volvíamos durante tres meses cada dos años. Cuando tenía 14 años regresé definitivamente y me quedé a trabajar en Ainzón.

Cuando se prejubiló se instaló de nuevo en la localidad.

Sí. Mi mujer trabajaba en Borja y decidimos que era lo mejor. Y aquí estamos.

¿El municipio está bien comunicado?

La línea de autobús de Therpasa tiene ruta por aquí. Sin embargo, sí que es cierto que pedimos un horario que se adapte mejor a los estudiantes que se desplazan a Tarazona (a unos 26 kilómetros) Ahora, muchos tienen que ir por medios propios. Es una cuestión que ya se solicitó hace un tiempo para ver cómo se podía solucionar para dar mejor servicio.

El problema del descenso poblacional que afecta al medio rural aragonés no es ajeno a Ainzón. En 10 años han perdido casi 100 vecinos...

Estamos en torno a los 1.100. Últimamente está habiendo bastantes fallecimientos y, sin embargo, los nacimientos son muy escasos.

¿La tónica hace una década era muy diferente?

Lo cierto es que, sobre el año 2005, aproximadamente, en el pueblo hubo un ‘boom’ de natalidad y, en proporción a los habitantes, igual fuimos el pueblo de España con más nacimientos. Pero desde entonces hemos ido hacia abajo.

¿Cuáles podrían ser los motivos?

Los tiempos son diferentes a cuando yo era joven. Ahora, los que se van fuera a estudiar, no suelen ya volver al pueblo.

¿Qué iniciativa se plantea el Ayuntamiento para intentar aumentar el censo?

Nuestro proyecto estrella es urbanizar un terreno municipal, el único que tenemos, para construir viviendas. Estamos en contacto con el Gobierno de Aragón para agilizar los trámites y nos llevan los proyectos, pero las cosas van despacio. Espero que en lo que queda de legislatura, por lo menos la parcela esté en condiciones de edificar.

¿Cuál es el futuro de Ainzón?

Pasaría por traer alguna industria que pudiera consolidar la población y que la gente tuviera más estabilidad. Ahora, aparte de la agricultura, dependemos de las empresas de Borja y Tarazona.

¿Hay algún proyecto para atraer industrias?

Hemos contactado un par de veces con consejeros, para exponerles nuestra situación y lo que podemos ofrecer, y se han tomado nota de nuestro polígono.

¿Qué porcentaje de suelo industrial tienen disponible en estos momentos?

El polígono está ocupado al 40%, por lo que nos quedarían libres entre 7.000 y 8.000 metros cuadrados. Tenemos superficie para albergar industrias y nos gustaría atraer a nuevos negocios.

¿Pueden presumir de tener la sala de cine más veterana de todo Aragón?

Sí. Es el cine más longevo que sigue abierto. Desde que se inauguró nunca ha cerrado. En agosto celebramos la reapertura de la sala de cine, tras la renovación del patio de butacas, que ya eran muy viejas y procedían de un cine de Zaragoza, y el acondicionamiento del suelo, las paredes y el cortinaje (se invirtieron 45.000 euros para dar un nuevo impulso a este espacio de los años 50).

¿Fue un día importante para el pueblo?

Vino Javier Lambán y participó mucha gente. Fue el resultado del intenso trabajo de los vecinos, Ayuntamiento y junta de la Asociación Cine Club de Ainzón. Siempre hemos tratado de mantener esta sala porque creemos que es necesario tener un espacio abierto tanto para proyectar películas como para que sirva de salón de actos. Más que cine es nuestro anfiteatro. Se mantiene gracias a la gente que somos socios, porque los costes son grandes. Se hizo una asociación, en la que estamos más de 350 personas, que pagamos una cuota fija.

¿Es un pueblo con mucha vinculación con el séptimo arte?

Aquí nació el cineasta Alfredo Mañas y en noviembre celebraremos la edición 14 del ciclo Animainzón.

Además de Mañas, hay otros ainzoneros ilustres.

Sí, aquí nació también el poeta y dramaturgo Marcos Zapata (al que su localidad natal recordó en el año 2013 con varias conferencias, un concierto, una representación teatral y una exposición, coincidiendo con el centenario de su muerte). También son naturales del pueblo los deportistas hermanos Arcega.

Forma parte de la Comisión Ejecutiva de la Famcp. ¿Qué retos se plantean los municipios aragoneses?

Tratar de que la gente siga viviendo en los pueblos y mantener los servicios, dentro de nuestras posibilidades presupuestarias. El objetivo es facilitar el bienestar de los vecinos. Esa es mi lucha.

¿Qué falta por hacer?

Como en todos los pueblos pequeños, quedan muchas cosas por hacer. Poco a poco se va trabajando.