La tarjeta Lazo desembarca en Zaragoza y su entorno

Las carteras de muchos habitantes de Zaragoza y su entorno tendrán un nuevo inquilino. Se trata de la tarjeta Lazo, que quiere complementar a la tarjeta ciudadana del Ayuntamiento de Zaragoza y que va dirigida, especialmente, a los no empadronados o visitantes de la capital aragonesa. Con ella se podrán pagar desde diciembre (con 10.000 unidades de prueba piloto) el autobús urbano de Zaragoza, los de los barrios rurales, el tranvía, el cercanías y el Bizi (para los que sean socios de este servicio).

La tarjeta Lazo, además, permitirá en un futuro cercano usar el resto de aplicaciones que tiene la tarjeta ciudadana, como el pago de la zona azul o la entrada a equipamientos municipales como pabellones, bibliotecas o centros de mayores. Este dispositivo, cuando esté plenamente implantado a lo largo del año que viene, sustituirá a la tarjeta Interbús de los usuarios del transporte metropolitano y, poco a poco, también a la tarjeta bus de Zaragoza. De este modo, el objetivo es que los usuarios del transporte y los servicios de la capital aragonesa y su entorno cuenten con dos únicos medios de pago: la tarjeta ciudadana o la tarjeta Lazo.

Será un dispositivo anónimo, que no tendrá ni nombre ni foto de forma visible. Sin embargo, para poder darle un uso personal en servicios como el Bizi o los equipamientos municipales, se podrá vincular a personas concretas. Además, de este modo, también se podrá utilizar mediante el mecanismo de pospago (es decir, abonando los servicio mediante una cuenta corriente), y no solo de prepago (recargando en determinados puntos).

Para la prueba piloto se van a distribuir 10.000 unidades de forma gratuita en municipios del entorno de Zaragoza (principalmente Utebo) y también entre la comunidad universitaria, dado el interés que ha mostrado la Universidad de Zaragoza. De forma masiva se empezará a distribuir a mediados de 2018. Se podrá comprar en los puntos habituales de distribución (quioscos, supermercados…) al precio de 3 euros. Posteriormente, se podrá recargar en estos mismos lugares, así como en los puntos de Avanza y del tranvía y en los parquímetros de la zona azul.

El proyecto surge de una colaboración entre el Ayuntamiento de Zaragoza, el Gobierno de Aragón y el Consorcio de Transportes. La concejala de Participación Ciudadana del Consistorio, Elena Giner, ha dicho que la tarjeta demuestra la capacidad de “coordinar los esfuerzos para simplificar las cosas al ciudadano”.

En ese sentido, el consejero de Vertebración del Territorio del Gobierno de Aragón, José Luis Soro, ha apuntado la importancia de “poner la tecnología al servicio de la ciudadanía” y ha avanzado la “vocación de crecer” del proyecto. El gerente del Consorcio de Transportes, Juan Ortiz, ha destacado por su parte el “diseño limpio y conceptual” de la tarjeta, que quiere transmitir “unión e integración” entre las administraciones y municipios del área metropolitana. Por último, Gerardo Lahuerta, jefe de servicio de Ciudad Inteligente del Ayuntamiento, ha destacado la importancia de la colaboración del Consorcio para desarrollar la idea que tenía el Consistorio de crear una tarjeta para no empadronados.