Los amigos del acusado del crimen de Ricla dicen que ese día iba bebido

Coinciden en que tenía problemas con el alcohol y las drogas, pero que no es agresivo

Francisco Canela, durante el primer día del juicio que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Zaragoza
Francisco Canela, durante el primer día del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Zaragoza
Oliver Duch

La tercera sesión del juicio que se sigue contra el vecino de Ricla Francisco Canela Grima, apodado "Curro", por el asesinato de Robert Ricolti estuvo dedicada plenamente a los testigos que el día del crimen lo vieron en distintos bares del pueblo. Todos coincidieron en que Francisco Canela era un bebedor habitual y consumidor de marihuana y cocaína, pero que no era agresivo. También en que el día de los hechos, el domingo 10 de enero de 2016, comenzó a consumir  alcohol a la hora del vermú, continuó haciéndolo en el campo de fútbol, donde fue a presenciar un partido, entre las 16.00 y las 18.00, y siguió en otros locales acompañado por amigos hasta las 20.15 aproximadamente.

"Algo tocado", "un poco borracho"  o "contento" fueron algunas de las expresiones que se repitieron a lo largo de la comparecencia de once testigos, entre amigos y dueños de bares, que estaban citados este miércoles por el tribunal. Varios destacaron que les llamó la atención verlo llegar al campo de fútbol con unos timbales para animar, cuando no solía hacerlo. "Lo vi muy eufórico. Me dio la impresión de que había bebido", subrayó Ramón T. C. "Allí nos tomamos unas cañas", añadió, lo que llamó la atención tanto de la fiscal como del magistrado presidente del jurado Javier Cantero, el cual preguntó si siendo un encuentro deportivo se permite la venta de bebidas alcohólicas y si estaba presente la Guardia Civil.  Los vecinos respondieron que sí que era habitual.

Las abogadas defensoras del acusado, Soraya Laborda y Laura Vela, que consideran que la muerte de Ricolti fue un homicidio imprudente y piden, entre otras, que se aplique la atenuante de embriaguez, se esforzaron en dejar claro que su cliente tiene un grave problema de adicción al alcohol y que el día del crimen bebió de forma continuada. Por su parte, tanto la representante de la Fiscalía como la acusación particular, a cargo de Cristian Adrian y Mariano Montesinos, cuestionaron que sufriera tal estado de embriaguez.

Sus preguntas fueron dirigidas a hacer ver a los jurados que, durante ese día, el acusado condujo su coche tanto para ir al campo de fútbol como para volver, que con él se montó gente sin importarle que fuera borracho y que todos dijeron que caminaba por su pie y que lo dejaron en casa cuando ellos decidieron regresar a la suya. Leonti B., la persona que llegó con él al partido en su vehículo, afirmó que "conducía bien". Ramón T., que regresó al pueblo en el coche, dijo que daba frenazos bruscos, pero que no se planteó conducir él al ver su estado.

La actividad laboral del acusado fue otro punto sobre el que la acusación puso su foco de interés. Los amigos de Francisco Canela explicaron que trabajaba solo durante la campaña de fruta, que era responsable y que era la persona que llevaba a otros empleados en una furgoneta cuando hacía falta. Sí que destacaron que solía faltar los sábados por la mañana, ya que los viernes tocaba con su conjunto musical en Calatorao.

La sesión continuará este jueves con los testimonios de los médicos forenses, que aclararán cómo se produjo el disparo que Robert Racolti, de 23 años, recibió en la cabeza y que le costó la vida.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión