Verónicas, chicuelinas, pases naturales y hasta manoletinas. Los niños de Pradilla vivieron ayer una mañana con mucho arte torero de la mano de Miguel Cuartero, el joven novillero de Figueruelas.

Al frente de la Asociación Mar de Nubes, junto a Rocío, se encargó de llevar al ruedo, instalado en la plaza de Juan Carlos I, un taller de tauromaquia que se ha convertido en uno de los ingredientes imprescindibles en las fiestas de muchas poblaciones. "Nuestro objetivo es el fomento y la difusión de la tauromaquia con actividades de todo tipo para niños de todas las edades", señalaba Miguel con la pasión de quien ha dedicado a este mundo más de 10 años. De esta manera, la asociación desarrolla desde talleres de manualidades, donde los más pequeños pueden confeccionarse su capote, a encierrillos, concursos de anillas y de roscaderos o clases de toreo de salón. "Nadie se ha preocupado de fomentar este mundo con cariño, y eso es lo que intentamos, la verdad que con éxito, porque a los niños les encanta", decía el novillero.

Además de las actividades lúdicas, la asociación cuenta también con 40 alumnos a los que forma en Zaragoza y en Villamayor para cumplir su sueño: "Quieren ser toreros y nosotros les ayudamos a desarrollar su afición", detallaba Cuartero.