“Si se generase fuego aquí, prendería todo y podría pasar a las viviendas”. Así expresaba Adrián, vecino de San José que el domingo paseaba junto a un solar situado en la confluencia de la calle José Galiay con la avenida de Tenor Fleta, la inquietud que le despertaba el estado que presentan algunas parcelas sin uso del barrio como esta, en cuya superficie se mezclaban vegetación seca, matojos y restos de basura.

“Hay que eliminar los rastrojos y algunos solares necesitan una limpieza”, ahondaba el joven. Como ejemplo, él y sus acompañantes señalaban puntos del entorno del Canal Imperial, los alrededores del barrio o el Tercer Cinturón. Les preocupa este escenario “por el riesgo de incendio que conlleva”. A su juicio, los solares de propiedad particular “sí que suelen mantenerse”, mientras que “las constructoras no lo hacen”, pues “supone una inversión de material y tiempo”.

Sobre el mismo lugar y en las inmediaciones del parque de La Granja, Isabel Pérez criticaba el escenario de este solar “que es una escombrera y está lleno de porquería desde hace muchísimo tiempo”. Según esta residente de San José, los propios vecinos se quejan “porque se encuentra lleno de gatos, de ratas y de basura”. En cambio, la zona del pabellón Príncipe Felipe, “está muy bien”, valoraba.

En la calle Zaragoza La Vieja vive Marián y la problemática del estado que presentan algunos solares –“una guarrería habitual en el barrio”, según ella- también le ha afectado en alguna ocasión. “Hace cinco años entraron a casa ratones de un solar que se encontraba al lado”, recordaba quejosa. En el caso del de la vía José Galiay, “este creo que es privado”. Su solución: “Que se limpien y se adapten, por ejemplo como aparcamientos, para que estén decentes”.

Limpieza y salidas temporales

Desde la asociación vecinal San José indican que existen solares “en mejor y en peor estado” en el barrio, “la mayoría privados”, pero en el caso del ubicado en Tenor Fleta, “tiene bastante hierba, está medio vallado y se suele utilizar para pasear perros”. Según explica Nacho Lasmarías, presidente del colectivo, algo parecido ocurre en otros de Cesáreo Alierta o entre el parque de La Granja y el Camino Miraflores, hacia el Canal o bordeando el Cinturón, donde “hay bastante vegetación, no tienen ni mantenimiento ni riego y la hierba se va secando”.

Su preocupación deviene de las consecuencias que pueden desencadenar estas superficies. “Causan problemas por cuestiones de suciedad, riesgo de incendios o presencia de ratas; la gente no los ve cuidados y tira incluso objetos o desechos”, argumentan.

Así, la intención de la agrupación pasa por solicitar al Ayuntamiento de Zaragoza que actúe y demande a los dueños su limpieza. Además, entre sus propuestas, estos espacios “podrían servir para darles salidas y usos temporales, acondicionándolos como zonas para pasear perros, de esparcimiento, de aparcamientos o ajardinadas, según las necesidades que se detecten en las diferentes zonas. Siempre hay necesidad de espacios abiertos”, concluía Lasmarías.