Treinta operarios preparan ya la demolición de las antiguas naves de Pikolin, sobre las que se construirá el ‘outlet’ de Torre Village. Según fuentes de Iberebro, la sociedad patrimonial de Pikolin, las tareas previas comenzaron el 18 de abril y está previsto que próximamente, en una o dos semanas, se inicie el derribo.

Actualmente, los trabajos se centran en el vaciado y la retirada de amianto de las instalaciones, ubicadas en la carretera de Logroño. La intención es retirar aquellos materiales que contengan amianto, que requieren de unos equipos de seguridad específicos, y descomponer las naves "pieza por pieza" para facilitar las tareas, que durarán unos tres meses y concluirán a finales de julio o principios de agosto.

En total se demolerán 12 naves que servían para la fabricación de colchones y un edificio de hormigón, lo que se traduce en una superficie construida de unos 70.000 metros cuadrados y un volumen de 420.000 metros cúbicos. Desde Iberebro explicaron que los materiales no se desecharán, sino que se reciclarán y tendrán una segunda vida en Torre Village, ya que el hormigón que se retire de muros y soleras se utilizará para levantar las calzadas del ‘outlet’.

Aunque ya hay maquinaria sobre el terreno, la actividad se incrementará una vez se derriben las instalaciones y se pueda proceder a su desescombro. Se trabajará con la vista puesta en otoño de 2018, fecha en que prevé abrir este complejo de ocio y compras.

El derribo se ejecutará apenas dos meses después de que la Gerencia de Urbanismo concediera a la empresa la licencia correspondiente con los votos de PP, PSOE y Ciudadanos y las abstenciones de ZEC y CHA. Solo se salvarán la característica torre, convertida en emblema del centro comercial, y las oficinas en forma de colmena que hay en su base, donde irá la zona de restauración.

Sobre el proceso de contratación, para el que se espera una alta demanda, también habrá noticias "muy pronto". Fuentes de Iberebro aseguraron ayer que el plan de formación está ya prácticamente definido, a falta de una serie de cuestiones técnicas que esperan resolver en próximas fechas. En solo unas semanas, afirmaron, se conocerán los detalles.

El centro creará más de un millar de empleos directos (1.800si se tienen en cuenta los indirectos). La intención, como adelantó Heraldo.es, es formar a unos 1.500 parados. Se buscarán, sobre todo, empleados para tiendas y negocios de restauración.

Los seleccionados aprenderán sobre márquetin visual, idiomas, nuevos métodos de pago y competencias digitales, entre otras materias. Serán cursos de alrededor de 300 horas en los que se enseñarán nociones básicas de inglés, francés e incluso chino y tratarán de eliminar barreras tecnológicas. Las clases comenzarán a finales de 2017 y ya en 2018 se iniciará la contratación.