Miguel Guiu: "El 5% es política y el 95%, gestión para hacer felices a los vecinos"

¿Es usted ‘ranero’ (gentilicio oficioso de los pastriceros)?

De raíz, no, aunque ya llevo cinco años viviendo aquí.

Fue corresponsal de Aínsa para HERALDO durante años. Los periodistas somos malos entrevistados…

(Risas) Sí. Es difícil ser corresponsal del sitio donde vives. Los políticos no lo llevan demasiado bien.

¿Y por qué se metió en política?

A raíz de que se formó Zaragoza En Común, mantuvimos una serie de reuniones de IU, de Podemos, de Puyalón, independientes… y se planteó la idea de hacer una candidatura aquí y salí yo elegido para ir el primero de la lista. En las elecciones, sacamos mejor resultado del que esperábamos y entonces nos planteamos hacer una alternativa de gobierno. Consideramos que los que habían elegido a las tres formaciones (Ganar Pastriz en Común, PP y PSOE), habían votado por que hubiera un cambio en el Ayuntamiento.

¿Cómo funciona un tripartito aparentemente antinatura?

Yo siempre digo que en los ayuntamientos el 5% es política y el 95% es buena gestión para que los vecinos puedan tener más recursos, más oportunidades y a la postre, para que sean más felices. El acuerdo fue la suma de los programas electorales de las tres fuerzas.

¿En qué puntos coinciden?

Convivencia, participación y transparencia eran los tres temas en los que las tres fuerzas coincidimos. Hasta ahora, el acuerdo ha funcionado bastante bien.

Desde luego es una etapa tranquila para un Ayuntamiento en el que se han vivido etapas muy convulsas…

Hubo un enfrentamiento fuerte entre las dos fuerzas políticas que había, con momentos convulsos, sí, como la moción de censura. El ambiente estaba enrarecido. Uno de nuestros objetivos y ya un logro es que la política municipal se desarrolle en unos cauces normales de respeto entre todas las fuerzas.

Sorprende que un pueblo tan próximo a Zaragoza no haya crecido tanto como otros del entorno. Y eso que en los planes urbanísticos llegó a haber incluso urbanizaciones con campo de golf...

Pastriz duplicó su población cuando se construyeron las unifamiliares que conforman lo que es ahora el pueblo nuevo. Las expectativas de crecimiento pararon cuando llegó la crisis. Estamos haciendo el nuevo Plan General de Ordenación Urbana –el último es de 2002– y recoge los mismos sectores de desarrollo. Queda la aprobación provisional y que dé el visto bueno la comisión provincial.

¿Se mantiene el mismo modelo?

Son proyectos que planteaban duplicar la población en un plazo de veinte años. Creemos que es un crecimiento razonable y más o menos sostenible. El modelo de dúplex y chalés ya no es realista y se ha cambiado para que también haya pisos de pocas alturas. Nos quedan dos zonas muy amplias para cerrar el pueblo y el sector 3, donde estaba planteado el campo de golf, lo mantenemos como zona de expansión porque el crecimiento del pueblo está bastante limitado por las zonas de reserva natural, espacios inundables…

Prometieron que harían una auditoría a la gestión y economía anterior. ¿Qué resultado dio?

Se hizo una comisión de auditoría y un informe en lo relacionado con la Sociedad Pastriz XXI, un tema urbanístico que fue conflictivo y para nosotros todavía supone un problema. Sigue habiendo una deuda con la agencia tributaria por un impuesto de sociedades que no se abonó en su momento y aún nos quedan 1,7 millones de euros por pagar. La sociedad se liquidó, pero heredamos sus activos y sus pasivos, que eran muchos más.

La mejora en la frecuencia de la línea de autobús y la carretera a Movera eran dos de sus grandes demandas históricas y, por fin, están en marcha.

El tema de los autobuses está bastante mejor, pero no nos conformamos. Y la carretera era muy peligrosa: ir andando o en bici era casi un suicidio. Aun así, seguirá un cuello de botella en Movera.

¿Qué queda por hacer?

Habría otras necesidades, pero la fundamental es el camino agrícola que une Pastriz y La Puebla. Hay que buscar una solución a ese problema que supone que los alumnos no puedan ir a un instituto que casi vemos y tengan que ir al Ítaca y Río Gállego, en Santa Isabel.

¿Cómo funciona el servicio pionero de mediación municipal?

Está disponible para cuando haya un problema susceptible de que intervenga. De momento, no se ha estrenado. Estamos intentando convencer a otros pueblos vecinos para que funcione de forma mancomunada.

La localidad es Ciudad Amiga de la Infancia.

Cada reunión que tenemos es un auténtico placer cómo la preparan y hablan con sus compañeros, aportan cosas... Es un gusto verlos debatir y es una de las cosas más bonitas que tenemos. Insisten mucho con la pista de BMX, pero también se preocupan por temas como la limpieza en el pueblo. Es un título honorífico del que no se recibe nada, pero vamos a escuchar a este consejo e intentar plantear cosas que mejoren la calidad de vida de los niños.

Una población bastante joven, pero que sigue sin pediatra.

Estamos a la espera de la respuesta del Salud. Tenemos 550 menores de 14 años entre Movera y Pastriz. La idea, y por eso lo pedimos juntos, es que un pediatra hiciera unas horas aquí y otras allí para cubrir las revisiones y evitar desplazamientos a Santa Isabel.

Otra iniciativa era recuperar la antigua escuela, ¿cómo está?

Esperamos que el año que viene pueda estar rehabilitada. Se va a iniciar una primera fase y está previsto que la inversión más fuerte del plan Plus sea para esto: casi 120.000 euros que se invertirán para ponerlo en funcionamiento como centro polivalente cultural.

Y las arcas, ¿cómo están?

Llevamos dos años en superávit. Hemos conseguido amortizar la deuda viva, pero siguen pendientes los 1,7 millones de deuda que dejó la sociedad urbanística.