Querían marquesinas, pero no estas. Los vecinos del Actur y Vadorrey critican el "deficiente diseño" de las ocho nuevas, de tamaño reducido, que se instalaron en abril en puntos como María Zambrano o Marqués de la Cadena, que carecen de pantallas laterales y resultan "totalmente ineficaces" en días de fuerte viento o lluvia.

"Son una porquería, el otro día cayeron unas gotas y el banco se mojó por completo. No han tenido cabeza al colocarlas y los asientos, para colmo, están en el lateral donde más sopla el cierzo. No quiero ni imaginarme qué pasará el día que haga aire de verdad", señaló Pilar Portero, vecina del Actur, en la parada de Gertrudis Gómez de Avellaneda.

La suya es una opinión que comparten "muchas personas". Así lo confirmó el presidente de la asociación de vecinos Actur-Rey Fernando, Emilio Rodríguez, quien aseguró que en ocasiones "resulta más útil ponerse detrás que delante" y que "apenas hay hueco para sentarse". "Esto no es lo que se había pedido", añadió.

En Vadorrey, que ha estrenado dos en el puente de la Unión, tampoco convencen. "Mejor esto que nada, pero para una ciudad como Zaragoza son una mala opción", explicó Pablo Polo, secretario de la asociación de vecinos del barrio. "Tampoco estamos de acuerdo con su ubicación, queríamos que retranqueasen la valla del puente", manifestó.

El problema, según fuentes municipales, es que el contrato, adjudicado a JC Decaux, está caducado, de modo que el Ayuntamiento no puede obligar a la empresa a cambiarlas. A esto hay que añadir que las antiguas "no cabían", ya que la normativa autonómica exige unas distancias mínimas para permitir el acceso a personas con movilidad reducida.

A priori, habrá que esperar al nuevo pliego para solventar el problema. No obstante, los vecinos del Actur esperan verse en próximas fechas con la concejal de Movilidad, Teresa Artigas, o con técnicos del área para trasladarles su malestar. Mañana, no en vano, abordarán este asunto en la comisión de Urbanismo del distrito. "Queremos que vengan al barrio y nos lo expliquen. Nadie nos preguntó nuestra opinión, solo nos informaron de que las iban a colocar", expuso. Los de Vadorrey también creen que "el Ayuntamiento se ha equivocado", aunque descartan quejarse a la junta de distrito o al Consistorio.

Según Rodríguez, las nuevas marquesinas sirven "únicamente para sentarse", no para resguardarse. La incidencia del viento es especialmente significativa en paradas como las de María Zambrano. "Allí, el aire te pega de frente. Ahora en verano no se nota tanto, pero veremos en invierno", apuntó. En el puente de la Unión ocurre algo similar. "Puedes estar resguardado en una y desprotegido en la de enfrente", dijo Polo.

Los colectivos, conscientes del estado del contrato, piden a JC Decaux que tome cartas en el asunto. Creen que el arreglo es sencillo y que bastaría con poner cristales blindados en los costados.

A las ocho ya instaladas se unirán siete más. Su ubicación, aún por definir, se decidirá atendiendo a criterios técnicos y a las peticiones de los distritos. Los vecinos esperan que la empresa "estudie las características de cada zona" antes de colocar más unidades de este "problemático" modelo.