Santa Cruz repara la valla y retoma sus festejos taurinos

El veterinario herido por el toro se recupera tras sufrir la rotura de tres costillas. "He vuelto a nacer", afirma.

El barrote arrancado por la res ha sido soldado en horizontal para reforzar la valla por la que escapó.
Santa Cruz repara la valla y retoma sus festejos taurinos
F. Orte

Aunque en el pueblo no se habla de otra cosa, las fiestas de Santa Cruz de Moncayo continúan con normalidad después del incidente del toro ocurrido en la tarde del viernes. Ese mismo día, un taller de Tarazona sustituyó el barrote que arrancó el animal al embestir contra una de las puertas que delimita el recorrido vallado por donde transcurren los festejos taurinos. Ahora, esa misma barra se encuentra soldada en posición horizontal como refuerzo de las seis que componen parte de la estructura colocada en la calle de la Iglesia, vía por la que logró escapar el capón.

Según explicó ayer el alcalde, Alberto Val, todo el vallado de hierro se revisa antes del inicio de las fiestas: "Nunca había pasado nada, si vuelve a ocurrir serán circunstancias de la vida. Las puertas pasan la inspección de un arquitecto y en teoría no tiene que haber ningún problema".

El veterinario que resultó herido, Ignacio Gil, se recupera en su casa de Tarazona de las heridas provocadas por el animal –de unos 450 kilos de peso– que le embistió con la testuz tras atravesar el vallado y antes de escapar a las afueras del municipio. Finalmente, el parte médico refleja que tiene tres costillas rotas y un derrame intratorácico. Por suerte, los pulmones no están dañados.

"He vuelto a nacer", reconocía Gil por teléfono, después de someterse ayer a una prueba radiológica y un TAC con contraste en el Hospital Reina Sofía de Tudela (Navarra), donde fue atendido en urgencias sin llegar a ser hospitalizado, puesto que no sufría un dolor intenso. Según relata, sus conocimientos como médico cirujano veterinario y sobre el comportamiento animal le pudieron salvar la vida. "Me tiré al suelo para evitar ser corneado y atropellado", cuenta.

Como veterinario de servicio había acudido a realizar los controles visual y documental de las reses, que son obligatorios para la celebración de festejos taurinos. Si se encuentra bien, Gil volverá a su trabajo para la sesión de vaquillas de esta tarde en Santa Cruz.

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