Bodegas bajo tierra para emerger

La asociación ‘¿Por qué no en Torrijo?’ quiere ensalzar el patrimonio natural del cerro donde hay un centenar de cuevas e impulsar la actividad económica en ellas.

Torrijo de la Cañada tiene un centenar de bodegas en el cerro.
Bodegas bajo tierra para emerger
Macipe

Poco antes de llegar a Torrijo de la Cañada emerge en el paisaje una ladera llena de pequeños agujeros y que sin duda llama la atención del visitante. Se trata de un enclave conocido entre los vecinos de la localidad como el cerro de las bodegas y que alberga cerca de cien bodegas rupestres, algunas de ellas hundidas, otras desaparecidas por la vegetación y otras que en la actualidad se usan como peñas y lugar de reunión durante las fiestas patronales.

Sin embargo, desde la asociación local ‘¿Por qué no en Torrijo?’ se propusieron hace tiempo destacar esta parte de su patrimonio natural. Con este fin, en los últimos meses se ha llevado a cabo un exhaustivo estudio geológico, histórico y etnográfico de la zona, completado además con un reportaje audiovisual grabado con drones en el que se recogen las características y particularidades de este enclave.

La encargada de llevar a cabo esta tarea ha sido la empresa Cuervo Blanco, trabajo que ha sido financiado a través de una subvención de 1.300 euros de la Diputación Provincial de Zaragoza y con el apoyo del Ayuntamiento de Torrijo.

Eduardo Sisamón, uno de los miembros de la asociación que ha impulsado este estudio, explica que más allá de la existencia de este tipo de bodegas –que se dan en otras zonas de la provincia–, cabe destacar la alta concentración de las mismas en esta ladera de la Comunidad de Calatayud.

El estudio corrobora que la principal función de estas bodegas era la elaboración de vino en grandes cantidades para luego venderlo en los mercados cercanos más importantes, como el de Calatayud. De hecho, en el interior de algunas de ellas todavía se pueden apreciar cubas de diversos tamaños. Aunque la mayoría son muy sencillas, otras poseen en su interior arcos de mampostería o de ladrillo.

Se trata, por lo tanto, de un vestigio que demuestra la importancia que la localidad de Torrijo de la Cañada tuvo en la producción vitivinícola en la comarca Comunidad de Calatayud y en la producción de caldos de uva garnacha en todo el territorio.

Por otro lado, estas cavidades también servían como despensas para conservar los productos generados por la actividad agrícola y de consumo doméstico.

Hasta ahora, indica Sisamón, "solamente contábamos con referencias históricas de nuestros abuelos", pero ahora "ya tenemos datos más concretos para poder actuar". Un proceso para el cual será necesario buscar medios y financiación.

Entre los posibles usos de estas bodegas, desde la asociación ‘¿Por qué no en Torrijo?’ se plantean buscar medios para recuperar alguna de ellas e impulsar actividades económicas, como puede ser la producción de vino de manera tradicional o incluso, albergar champiñoneras en el interior.

Posteriormente, otro de los objetivos que pretende alcanzar la asociación local será mejorar la accesibilidad a estas bodegas y dotarlas de equipamientos como puntos limpios.

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