La juez archiva la denuncia por abusos que dos hermanas presentaron contra su padrastro

Una de las chicas dijo que fue violada cuando tenía 9 años, pero la psicóloga forense cuestiona su credibilidad.

El Juzgado de Instrucción número 4 de Zaragoza ha decidido archivar la denuncia por presuntos abusos sexuales presentada por dos hermanas contra su padrastro, al que acusaban de grabarlas con el móvil cuando se bañaban o cambiaban e incluso de violar a la más pequeña cuando tenía 9 años. A través de su denuncia, las jóvenes ponían también de manifiesto el supuesto maltrato al que las sometía su madre. Pero la magistrada tampoco ha hallado pruebas de este último, por lo que también ha decretado el sobreseimiento de esta parte de la causa.

La investigación de los supuestos abusos sexuales se inició a raíz de las revelaciones que la menor de las hermanas –que tiene 16 años– hizo a los médicos cuando fue ingresada por una ingesta voluntaria de lejía. Al preguntar a la menor por qué había hecho algo así, esta contestó que se había sentido muy mal al saber que su novio había revelado a su hermana –de 23 años– que su padrastro la había violado.

Como es habitual en estos casos, la magistrada que se hizo cargo del asunto pidió un informe psicológico de la presunta víctima al Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA). Y han sido precisamente las conclusiones de esta exploración las que han llevado a la instructora a acordar el archivo. Según la especialista que vio a la chica, su "relato no cumple los requisitos para ser considerado creíble". Pero la psicóloga va más allá y explica que la menor presenta "escaso respeto por las normas y comportamiento manipulador, así como exhibición sintomática y búsqueda de atención".

Dijo que le grababa en el baño

Cuando se entrevistó con la Policía, la menor dijo que de la violación había sido víctima cuando tenía 9 años y que no fue hasta que cumplió los 14 cuando empezó a observar actitudes sospechosas en su padrastro, al que defiende el letrado Javier Rodríguez. Según la denunciante, el hombre la espiaba por la rendija de la puerta del baño o se escondía debajo de la cama para grabar a su hermana mientras se cambiaba.

Sobre estos hechos, la psicóloga dice que "son muy breves en su relato, sin contextualización y sin detalles", lo que impide someterlos al protocolo forense de valoración de credibilidad. Sin embargo, sobre esta cuestión también existe un informe de la Policía Científica de la Jefatura Superior, que con autorización judicial llevó a cabo un registro de la vivienda del encausado y se llevó su teléfono móvil y cualquier otro soporte de almacenamiento de archivos.

Como explica la magistrada en su auto, los investigadores no hallaron ninguna grabación de contenido pedófilo o sexual, ni de las hermanas ni de ningún otro menor. Los especialista aplicaron técnicas forenses para ver si el encausado había borrado dicho material, pero el resultado fue negativo. "Tras el análisis del dispositivo no se han localizado archivos que pudieran guardar relación con los hechos investigados", decía el informe de la Policía, en el que la instructora se ha apoyado también para decretar el sobreseimiento.

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