Los excrementos caninos, un “problema extendido" también en Torrero

Los parques de las calles Oviedo y Cuarte o el entorno del grupo Tío Jorge son, según fuentes vecinales, algunos de los puntos conflictivos.

Excrementos en la zona entre los pabellones del Tío Jorge, en frente de la plaza de la Memoria Histórica.
Excrementos en la zona entre los pabellones del Tío Jorge, en frente de la plaza de la Memoria Histórica.
Joaquín Salvador

No es una problemática nueva en el barrio, genera diversas opiniones entre los vecinos y volvió a aparecer entre los asuntos abordados en la última comisión de Urbanismo celebrada en la junta de distrito. Como otros lugares de la ciudad, Torrero no se libra de la presencia de excrementos caninos en algunos de sus espacios públicos. Se trata de “un problema extendido desde hace unos años en el barrio”, comenta Joaquín Salvador, presidente de la asociación Venecia-Montes de Torrero.

En esa comisión, se abordó el tema “porque es uno de los asuntos pendientes de revisión”, así como “salieron a relucir diferentes situaciones y se enumeraron zonas que reflejan que la de los excrementos es una cuestión que afecta a todo el distrito”, manifiestan desde este ente vecinal.

El parque de la calle Oviedo, por ejemplo, en el entorno del Centro Deportivo Municipal y del campo de fútbol del CD Giner, “ha sido especialmente conflictivo”, indican desde el colectivo. Este espacio, en el que está permitida la suelta de perros en horario estipulado, suele reunir a última hora de la tarde, cuentan, a numerosas personas paseando y soltando a sus perros. “Muchos van con sus bolsas y recogen las heces, pero siempre hay una minoría que no lo hace”, comenta Salvador.

Para este, la presencia de desechos animales se concentra generalmente en todos los parques del barrio, también en el de la calle Cuarte y, por ello, quieren recordar especialmente la necesidad de tener especial cuidado y comportamientos cívicos en las zonas de esparcimiento y de juego para niños “por salubridad y posibles infecciones”.

Según fuentes vecinales, el entorno del grupo de viviendas Tío Jorge, entre la Avenida América y la calle Fray Julián Garcés, además de vías de paso como Orense o la Coruña, “que también se ven afectadas ocasionalmente en algunas zonas”, son otros de los puntos señalados donde “a veces, hay que andar sorteando excrementos”, detallan.

Desde la asociación de vecinos indican que la problemática de las heces caninas genera quejas puntuales en el barrio, si bien, los comentarios a pie de calle son habituales. “Estamos a la espera de que nos den una respuesta en la junta municipal, desde la perspectiva del servicio de limpieza, para valorar propuestas y estudiar qué soluciones se podrían tomar ante esta situación. Una campaña general de sensibilización y concienciación  por parte de todos los colectivos del distrito podría ser una de las medidas”, valora su presidente Joaquín Salvador.

En la plaza de las Chinas, el parque de La Paz o el centro cívico

En La Paz tampoco obvian la problemática existente con las deposiciones caninas y califican de “lamentable” el estado de zonas como la plaza de las Chinas, “muy frecuentada por niños”, donde “están todos los parterres llenos de excrementos”, comenta Manuel Arnal, presidente del colectivo vecinal.

Mientras, en el parque de La Paz, “no solo se da la circunstancia de los excrementos, sino que, encima, se incumplen claramente los horarios de suelta de perros”, enfatiza el representante de la agrupación, donde también afirman haber recibido quejas explicitas de padres sobre la presencia “habitual” de canes sueltos y sus deposiciones en el parque del Centro Cívico Torrero, en la calle Monzón.

“Nosotros siempre hemos defendido que tendría que llevarse a cabo una campaña pública dirigida a los propietarios de los perros, que implicara al Ayuntamiento, al Colegio de veterinarios y a las asociaciones vecinales con el objetivo de concienciar a los dueños y, después, aplicar la normativa y el procedimiento sancionador con rigurosidad”, defiende Arnal, para el que lo anterior se convierte en un “problema de salud pública” y quien agradece el comportamiento de los “propietarios cívicos”, pues “si no fuera por ellos, las zonas verdes estarían llenas de excrementos”.

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