Los barrios exigen mayor limpieza en las calles y refuerzos de las brigadas los fines de semana

Los vecinos, molestos por la suciedad diaria y la que genera el ocio nocturno, dan un aprobado raspado a los equipos y consideran que la situación no ha mejorado.

No más de un bien o un aprobado raspado. Esta es, según la mayoría de los barrios, la nota que merece la limpieza de las calles de Zaragoza. Los problemas, a menudo relacionados con el ocio nocturno, también se perciben a plena luz del día. Aunque el grueso de las quejas procede de la zona centro, donde destacan casos como el de la calle de José Zamoray, el entorno de Las Armas o Conde de Aranda, distritos como Las Fuentes, La Almozara o Casablanca tienen mucho que decir. Los consultados exigen una mayor limpieza y "refuerzos del servicio" los fines de semana.

En 2015, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) situó a Zaragoza entre las ciudades que más habían empeorado sus servicios de limpieza. Concretamente, en el puesto 40 de 60, una situación que, según los colectivos vecinales no ha mejorado.

Mientras barrios como Las Fuentes se preparan para sacar las escobas a la calle como protesta para concienciar a los vecinos y exigir una mayor actividad limpiadora al Ayuntamiento, otros como Valdespartera y Arcosur siguen esperando un servicio fijo.

Quienes viven allí temen que la anhelada ampliación esté paralizada, ya que, aunque en noviembre se anunció la contratación de una veintena de trabajadores a tal efecto, no ha habido avances. No obstante, el concejal de Servicios Públicos, Alberto Cubero, sostiene que el proceso sigue adelante, aunque con unos meses de retraso. La plataforma Distrito Sur llegó a denunciar que sus calles pasaban "más tiempo sucias que limpias" y, pese a que la situación ha mejorado desde entonces, creen que el nivel no llega al de otras zonas.

Bolsas de plástico e incivismo

La asociación de vecinos Actur-Rey Fernando ha recibido recientemente una queja por correo a este respecto. Su presidente, en todo caso, cree que la situación es "bastante aceptable". "Di un paseo para comprobarlo y apenas encontré unas colillas y unos trozos de papel. Las brigadas pasan con frecuencia", dice.

La Almozara lidia cada domingo con las bolsas que se acumulan en las vallas del parquin sur, problema que ha llevado a los vecinos a denunciar en reiteradas ocasiones la suciedad y los "comportamientos incívicos". Los vecinos del Casco Histórico también creen que se puede hacer algo más, motivo por el que exigen más limpieza para sus calles en fines de semana. Delia Maza, portavoz de la plataforma por la regeneración del barrio del Temple, asegura que el pavimento no queda bien hasta el martes, día en que se limpia con agua a presión.

Esto se traduce en malos olores y suelos pegajosos todos los sábados, domingos y lunes. "Es muy desagradable, y más en verano. Al hacer calor va a más, no se pasea con tranquilidad", asegura. Aunque han solicitado este plus en otras ocasiones, admiten que los bares les van ganando "por goleada". "Parece que no estén al servicio de los vecinos, sino de los bares y sus clientes", lamenta. Los problemas, en todo caso, no son exclusivos del Temple. El entorno del club náutico los sufre prácticamente cada fin de semana.

Pese a los esfuerzos de los operarios, las gradas y el paseo de la ribera amanecen los domingos con la resaca del botellón, situación que ya ha sido denunciada a Servicios Públicos. Las botellas, los cristales rotos y, sobre todo, el mal olor, han terminado por hartar a los vecinos de Echegaray.

El Juepincho de la Magdalena tampoco ha pasado desapercibido. David Arribas, miembro de la asociación de vecinos de La Magdalena aclara que, en este caso, los problemas están más relacionados con el ruido y las aglomeraciones. Reconoce, no obstante, que en el día a día se necesita una mayor concienciación. "Es un clásico. Los operarios limpian muy a menudo, pero cuando dejan de hacerlo, la calle se ensucia mucho", añade. A su parecer, la situación peor resuelta es la de los contenedores, ya que hay comunidades que no tienen cubos a su disposición. El Ayuntamiento, consciente de estos problemas, dedica unos 39 millones a la limpieza viaria. Los lunes y sábados despliega una brigada en la zona del club náutico, en Echegaray y en el entorno de la ribera. Lo mismo ocurre en Helios y en el parque del Macanaz (los domingos, en el caso del náutico, son dos). En el del rastro y el mercadillo, los efectivos trabajan durante al menos tres horas y media todos los domingos.

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