El móvil: un buen aliado para jóvenes con autismo

Una aplicación creada por dos ingenieros zaragozanos triunfa entre las familias que tienen hijos adolescentes con algún tipo de trastorno o limitación.

Dos de los miembros de Cerqana, Alfonso y Diego, en el espacio de La Colaboradora.
El móvil: un buen aliado para jóvenes con autismo
Raquel Labodía

Los chavales crecen. Poco a poco, van haciendo sus planes solos y los padres se plantean a menudo dónde estarán o con quién irán. Si, además, sufren algún tipo de trastorno, como los del espectro autista o por ejemplo síndrome de down, sus familias tienen aún más difícil el reto de darles la autonomía que necesitan pero protegiéndoles.

Dos jóvenes ingenieros zaragozanos trabajan desde hace tiempo en una aplicación de móvil para que estos chavales puedan llevar un ‘smartphone’ igual que el de sus amigos pero que incluya, de forma discreta, información real y actualizada sobre dónde están. También les permite pedir ayuda rápidamente.

Alfonso Escriche y Carlos Vicente (ambos de 27 años) se conocieron estudiando Ingeniería Informática en el CPS. Después de desarrollar algunos proyectos, fue una necesidad personal la que les puso sobre la pista. "Tengo una tía que vive sola en Madrid. No llevaba ‘smartphone’ y nos preocupaba que pudiera perderse o no encontrar auxilio rápidamente", explica Alfonso. Así que trataron de avanzar en una solución para los mayores, aunque pronto vieron que el uso del móvil era algo más problemático en este sector.

Después, y escuchando las necesidades de agrupaciones como Cedes (comprometida con las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo), la Fundación Down y Autismo Aragón, crearon la aplicación Cerqana dentro del espacio de La Colaboradora (un vivero de emprendedores que trabajan con las reglas del ‘co-working’). Además, se fueron uniendo al proyecto Diego Giménez (programador) e Irene Navarro (marquetin y diseño).

La población diana de este avance, para el que ya se han hecho pruebas y que comienza a ser demandado en toda España y otros países europeos, tiene entre 8 y 25 años. Para instalarlo, modifican el sistema operativo del teléfono (debe ser un Android). Los padres reciben avisos puntuales en su móvil y pueden seguir la información desde el ordenador, así como configurar rutas habituales, zonas de seguridad...

La apariencia en el teléfono es muy sencilla y básica: el sistema cuenta con dos botones de marcación rápida y otro de emergencia. No se puede apagar, ni voluntariamente ni de forma accidental, con lo que la única forma de desprenderse de él es dejando el móvil en otro sitio. Esto, a su vez, sería advertido por los cuidadores.

Alfonso explica que incluso han llegado a comentarles la posibilidad de colocar el sistema en los móviles de cualquier adolescente, aunque esto tiene más aristas, no legales, pero sí éticas.

De igual modo, podría utilizarse con personas mayores, siempre que manejasen un móvil.

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