Duras críticas por el nuevo cambio de la Oficina Municipal de Información al Consumidor

La OMIC (Oficina Municipal de Información al Consumidor) vuelve a cambiar de ubicación. Según un decreto firmado el pasado día 13 por el consejero de Servicios Públicos y Personal del Ayuntamiento de Zaragoza, Alberto Cubero, este servicio, que ahora se presta en un local ubicado en la calle Boterón, pasará a unas dependencias de la planta baja de la Casa Consistorial, en la plaza del Pilar.

Este futuro traslado ha caído como un jarro de agua fría para la media docena de trabajadores que atienden ahora esta oficina municipal, ya que consideran que el nuevo emplazamiento es más pequeño y menos accesible para los ciudadanos. Concretamente, y según el decreto de Servicios Públicos, la OMIC irá a ocupar el espacio de la Junta Arbitral y el de las jefaturas de negociado de Rastro y Mercados (próximas al Registro General y la Oficina de relaciones con los Ciudadanos).

La comunicación de este cambio, aún sin fecha, ha sido duramente criticado desde la OMIC porque aseguran que el nuevo emplazamiento no cumple con las condiciones para prestar un servicio público que exige privacidad y discreción. "Además, no cabemos –aseguran–; es materialmente imposible atender al ciudadano en esas condiciones y en ese espacio". En la actual oficina de Boterón trabajan seis personas en mesas separadas por mamparas; hay despachos y cuenta con suficiente espacio como para tener una sala de espera, otra de reuniones, un almacén para guardar documentos y expedientes... Tras la comunicación del cambio de ubicación, la OMIC se ha puesto en contacto con el Comité de Seguridad e Higiene, los representantes de los trabajadores y el Justicia de Aragón para quejarse por el traslado.

Cambios en cadena

El cambio de la OMIC no es el único que queda recogido en el decreto firmado el pasado día 13. En realidad, es uno de los cinco decididos por Servicios Públicos y Personal y todos ellos se explican –dice el texto– tanto por la "reorganización administrativa en curso como por la necesidad de racionalizar el gasto generado por las diferentes oficinas administrativas".

El primero de los cambios, que condiciona los posteriores, es el traslado de los trabajadores de la Unidad de Medio Natural, que ahora están en el edificio de Pontoneros, a la Oficina de Protección Animal (ubicada en plaza Europa). Este servicio, a su vez, se lleva al local de Boterón ocupado ahora por la OMIC. La oficina de atención al consumidor vuelve a la Casa Consistorial y se ubicará en los espacios ocupados por la Junta Arbitral (que se traslada a la planta tercera, próxima a la Sala de Juntas) y los servicios de Rastro y Mercados (que van al espacio de ventanillas contiguo al Servicio de Distritos, también en la planta baja). El edificio de Pontoneros se reserva como espacio cultural y será destinado a actividades relacionadas con las Artes Audiovisuales.