Un quiosco de música con notas discordantes
El acto vandálico cometido por dos jóvenes en el Parque Grande ha provocado daños en la obra que fue construida para la Exposición Hispano-Francesa de 1908.
Mientras los servicios jurídicos del Ayuntamiento estudian la posibilidad de personarse como acusación particular por los daños provocados en el quiosco de música del Parque Grande, desde Patrimonio del Gobierno de Aragón también evaluará la situación para decidir cómo actuar ante el acto vandálico provocado por dos jóvenes de 19 y 23 años que están acusados de un delito contra el patrimonio histórico y de otro de hurto de uso de vehículo a motor.
La Policía Nacional detuvo en la madrugada del pasado viernes a los dos jóvenes por causar daños con una retroexcavadora a la escalera del quiosco de la Música del Parque Grande, una de las pocas obras que se conservan de las construidas para la Exposición Hispano-Francesa de 1908. Además, el templete fue declarado Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, por el Gobierno de Aragón en el año 2008. El quiosco de música, ejemplo del modernismo zaragozano fue diseñado por los hermanos de origen navarro José y Manuel Martínez de Ubago y Lizarraga.
El objetivo del Ayuntamiento es iniciar cuanto antes los trabajos de reparación una vez que concluya la valoración de los daños materiales. No es la primera vez que el vandalismo se ceba con el Parque Grande. En varios rincones de esta zonas verde existen monumentos con mucho significado para la ciudad.
Entre ellas, las obras escultóricas de José Dicenta, Félix Cerrada, José Pardo Sastrón, Eugenio Blasco, Miguel Fleta, Fernando Gracia Gazulla (jardinero mayor del Ayuntamiento de Zaragoza. Desarrolló técnicamente el parque junto a Miguel Angel Navarro y Martín Agustí), Luis López Allué, Paco Martínez Soria o el 'Monumento al origen', de Frank Norton. En este espacio verde también se encuentra el monumento de la exposición Hispano Francesa de 1908 y el Rincón de Goya, conjunto arquitectónico creado por García Mercadal.
Prácticamente, todas las obras del parque han sufrido actos vándalicos en algún momento, como las pintadas en el monumento a los aragoneses en los campos de concentraciones alemanes o los destrozos en escultura de Neptuno, perteneciente a la fuente de la Princesa, conjunto iniciado para conmemorar el juramento como princesa heredera de Isabel II, cuya parte escultórica es obra de Tomás Llovet.
El monumento en honor a Félix Cerrada, inaugurado en 1929, es uno de los que más ha sufrido, desde el robo del busto de Cerrada, en 1934, hasta la mutilación y decapitación del centauro Kirón.
