Treinta buses de dos líneas tendrán prioridad semafórica al llegar a diez cruces de la ciudad

El Ayuntamiento y Auzsa preparan una prueba piloto pionera en España que estará lista dentro de un año. En unos días decidirán dónde se aplica el sistema, que acortará el tiempo de los viajes.

Sistema de prioridad semafórica.
Treinta buses de dos líneas tendrán prioridad semafórica al llegar a diez cruces de la ciudad
Víctor Meneses

Una treintena de autobuses urbanos de Zaragoza tendrán dentro de un año prioridad semafórica, gracias a un sistema similar al que disfruta el tranvía de la ciudad. La empresa Auzsa, en coordinación con el Ayuntamiento, está trabajando en una prueba piloto pionera en España que permitirá que los vehículos de dos líneas de la red de autobuses tengan automáticamente el paso en verde cuando se acerquen a determinados cruces. El objetivo es mejorar la agilidad en puntos especialmente conflictivos para acortar los tiempos de recorrido y, en definitiva, mejorar el servicio.


La concesionaria del bus urbano, que ofreció este plan como una mejora cuando se presentó al concurso para gestionar la red, ha firmado recientemente el contrato correspondiente con las empresas especialistas. El sistema de prioridad semafórica para autobuses se instalará en diez cruces de la ciudad y en 30 vehículos pertenecientes a dos líneas. El proyecto acaba de entrar en la fase de estudio y análisis, que durará tres meses, y de la que tiene que salir la selección de las intersecciones en las que se aplicará. Serán diez cruces consecutivos, es decir, distribuidos en un mismo trazado, y posiblemente en una avenida que cuente con carril bus, ya que ahí el nivel de incidencias que sufre el transporte público es menor.


Superada esta fase habrá nueve meses en los que se reunirá el material técnico necesario –que hay que fabricar– se colocará en los autobuses y en los cruces y se calcularán los complicados algoritmos que necesita el sistema para permitir que el semáforo se ponga en verde en el momento adecuado. Ya a comienzos del año que viene comenzarán tres meses de pruebas, tras los cuales el sistema podrá funcionar al cien por cien, quedando ya instalado en la red pública de transporte de forma definitiva.


La instalación de la prioridad semafórica en estos diez cruces costará alrededor de medio millón de euros, que paga la empresa. Tras su puesta en marcha, ya a mediados de 2018, se medirá en cuánto han mejorado los tiempos de recorrido de las líneas, y será el momento de decidir si se aplica en otras partes de la ciudad.Un sistema de algoritmos


El sistema se basa en la comunicación que se establece entre el autobús urbano y el semáforo. Lo hacen mediante una comunicación de radiofrecuencia de corto alcance, gracias a un aparato emisor de señales que va en el vehículo y otro receptor que se incorpora en la señal luminosa. El semáforo detecta al autobús cuando llega a unos 300 metros del cruce, y es capaz de calcular cuánto tardará en llegar.


Entonces, mediante un complicado sistema de algoritmos, el semáforo comienza a ‘autorregularse’. Dependiendo del tiempo que estima que el autobús va a tardar en cruzar, acorta o prolonga las diferentes fases del semáforo. Es decir, si es necesario, modifica la duración del rojo o del verde de las calles con las que se va a cruzar el vehículo. Eso sí, lo hace teniendo en cuenta unos parámetros de seguridad y tratando de minimizar las afecciones a la fluidez del tráfico del resto de viales. Por ejemplo, no permite acortar la duración del semáforo que regula el paso de los peatones por debajo de un tiempo mínimo de seguridad para que les dé tiempo a cruzar sin problemas.


En su trayecto hasta el semáforo, el autobús actualiza su posición cada pocos segundos con la ayuda del sistema de radio. Así, la señal luminosa va verificando si los cambios que está haciendo en sus fases son correctos. Finalmente, cuando el vehículo supera el cruce, manda una última señal al semáforo para que lo sepa y recupere su funcionamiento habitual... hasta la llegada del siguiente autobús.


Además de la comunicación por radio, el mecanismo también tiene un GPS que geolocaliza a los autobuses en todo momento. Este sistema permite almacenar la información de dónde está cada vehículo en cada momento. Con estos datos, registra cuánto tardan en llegar al cruce con prioridad semafórica, lo que nutre de información al algoritmo que se aplica en cada semáforo para que se puedan mejorar sus cálculos.


Hay que tener en cuenta que los autobuses pueden aproximarse al cruce con el semáforo en diferentes situaciones –en rojo, en verde, a punto de cambiar de color, nada más hacerlo...–, por lo que la ‘autorregulación’ de la señal varía en cada caso."Priorizar un medio masivo"


Luis Rivera, gerente de Explotación de Auzsa, explica que el objetivo es "priorizar el transporte colectivo masivo". "No se quiere perjudicar a ningún conductor, sino beneficiar a las 400.000 personas que usan los autobuses todos los días", añade. Javier Ansón, gerente de Sistemas, añade que los beneficios pueden ser "tremendos" en cruces conflictivos "donde hay problemas para cumplir con los horarios y las frecuencias".

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