Dos líneas de bus urbano tendrán prioridad semafórica como el tranvía en diez cruces

El Ayuntamiento y Auzsa trabajan en un sistema para que 30 de sus vehículos tengan preferencia de paso desde 2016.

Dos líneas de bus urbano tendrán prioridad semafórica como el tranvía en diez cruces
Dos líneas de bus urbano tendrán prioridad semafórica como el tranvía en diez cruces
javier rojas

Varios autobuses urbanos tendrán prioridad de paso en diez cruces de la ciudad. Es decir, que los semáforos podrán detectar que se acercan y se pondrán en verde a su paso, como ocurre actualmente con el tranvía en todo su recorrido. La medida se aplicará en 30 vehículos de dos líneas que aún están por decidir. El Ayuntamiento y Auzsa ya están pensando en cuál es el mejor sistema para empezar a trabajar en su implantación. El proceso durará 12 meses, por lo que el sistema no funcionará hasta 2016.


El objetivo principal de la medida es dar prioridad a los autobuses evitando que se detengan en las intersecciones. Pero debe hacerse de tal modo que el resto de vehículos que llegan hasta el cruce se vean lo menos afectados posible por esta preferencia.


¿Dónde se instalará la prioridad semafórica para los autobuses? Los puntos concretos no se han decidido a la espera de que lo acuerden el Ayuntamiento y Auzsa, pero sí se saben las características que deben tener los cruces para poder aplicar la medida. Para empezar deben ser líneas de gran demanda, para que se beneficien el mayor número posible de usuarios del transporte público. Si el tramo elegido es usado por otras líneas el beneficio es mayor, ya que la medida se puede ampliar de forma económica.


Además, tienen que ser tramos con una velocidad comercial baja y, por tanto, mejorable mediante la prioridad semafórica. Las calles no pueden ser muy estrechas o con muchos giros. El escenario ideal sería que fueran tramos con carril bus, ya que así los vehículos se encontrarían con un espacio reservado para ellos casi en exclusiva –lo comparten con los taxis– y con preferencia de paso en los cruces; es decir, algo parecido a lo que tiene el tranvía.


Un ejemplo es el tramo que conforman la avenida de Madrid y Conde Aranda, ya que tienen carril bus y se trata de un eje con una demanda de usuarios muy fuerte. Sin embargo, habrá que esperar para ver cuáles son los diez cruces elegidos. Además, hay que tener en cuenta que el contrato de Auzsa con el Ayuntamiento obliga a la empresa a hacer nuevos carriles bus en la ciudad, por lo que se podrían sincronizar ambos compromisos para aumentar la eficacia de la medida.


El área de Servicios Públicos del Ayuntamiento y Auzsa han iniciado las conversaciones para ver cuál es el mejor sistema posible. Una posibilidad consiste en instalar unas balizas en los tramos elegidos, que detectarían la presencia de los autobuses. Esos sensores informan al semáforo de que el vehículo se aproxima para que este se ponga verde. Se trata de un mecanismo parecido al que tiene el tranvía.


La otra opción aprovecharía el nuevo sistema de navegación que se están incorporando a los autobuses, y que informa sobre cuál es su posición exacta en cada momento al centro de control de Auzsa, en la carretera de Castellón. Este transmitiría a los semáforos cuándo deberían permitir el paso a los autobuses.

Control de la conducción

Otra de las medidas que se va a adoptar, y esta de manera mucho más inmediata, es la del sistema que permitirá hacer más eficaz la conducción de los autobuses. Además de controlar todos los autobuses que circulan por la ciudad, el nuevo sistema de ayuda a la explotación (SAE) va a permitir recoger multitud de datos sobre la forma que tienen los conductores de llevar los autobuses (consumos de gasolina, frenazos, acelerones, velocidad de entrada en las curvas, etc.).

Gracias a estos registros, se trabaja con estos profesionales de manera individual para intentar lograr una conducción más suave y unos consumos de gasolina menores. Ya se ha hecho alguna prueba piloto, y se han detectado reducciones de entre el 5% y el 10%.


El objetivo principal del SAE, no obstante, es establecer una comunicación estable entre todos los autobuses y el control central, para que desde allí se pueda ordenar el servicio y tratar de ajustar lo máximo posible las frecuencias de las líneas.