"La muerte de mi padre debería servir para algo"

Los hijos del fallecido, Tomás y Maricarmen, ayer, en el paseo de la Independencia.
Los hijos del fallecido, Tomás y Maricarmen, ayer, en el paseo de la Independencia.
A. Navarro

El fiscal pedirá mañana 4 años de cárcel para el camionero que mató al presidente del Club Ciclista Ebro. La familia lo acepta como un accidente, pero exige "más sensibilidad"


No buscamos venganza ni hacer saña. Aceptamos que fue un accidente que nadie deseaba y podemos llegar a perdonar. Pero la muerte de mi padre debería servir para algo. Ningún ciclista merece dejarse la vida en la carretera". Aunque el pasado día 7 se cumplieron tres años del atropello que segó la vida de Tomás Agustín, su hijo mayor, al que dio su mismo nombre, todavía se emociona al recordarlo. Como al resto de la familia, mañana le tocará revivir aquella fatídica fecha, ya que se juzga al camionero que invadió el arcén de la carretera de Valmadrid y arrolló al carismático presidente del Club Ciclista Ebro. Lo único que esperan, "que la Justicia haga su trabajo y que desaparezcan los perjuicios que todavía tienen algunos conductores hacia quienes circulan en bicicleta".

 


La Fiscalía pide cuatro años de prisión para Alberto L. U. por homicidio imprudente, el máximo castigo que contempla el Código Penal para los delitos imprudentes. Aun así, los hay que consideran que las muertes en accidente de tráfico no tienen suficiente castigo. No es el caso de la familia de Tomás Agustín, que reconoce que se trata de una pena importante. "Yo creo que cuatro años en la vida de un hombre es suficiente castigo, partiendo del hecho de que hablamos de un error humano, un fallo que no cometió voluntariamente", dice su primogénito. Eso sí, Agustín lleva una espina clavada. A día de hoy, nadie les ha pedido perdón por lo sucedido."Comprendo que eso es algo que va en la ética de cada persona, pero la familia lo hubiera agradecido", explica alguien que ha tenido por padres a dos maestros de escuela que le inculcaron "un gran respeto por los valores humanos".


Tanto Agustín como su hermana Maricarmen –esta última llegó a competir con bici de montaña y de carretera– reivindican "más sensibilidad con los ciclistas". "Se trata de convivir, de saber que todos tenemos derecho a circular por una calle o una carretera", dice ella. No ignoran, de hecho, que el pasado verano se produjo otro doble atropello mortal de ciclistas en la N-330, a la altura de Botorrita.


"Todos los conductores y sobre todo los transportistas, como profesionales del volante, deberían ser conscientes también de la responsabilidad que tienen", indica la hija del fallecido, insistiendo en la necesidad de no consumir alcohol o drogas al volante. El próximo 26 de febrero, la familia ciclista inaugurará la temporada en Zaragoza con una marcha a Jaulín, donde harán una ofrenda a la virgen de Dorleta."Será una marcha reivindicativa que partirá de la gasolinera de la carretera de Valencia a la altura de Valdespartera", explica Maricarmen.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión