ZEC se resiste a renunciar a sus principales proyectos ante las enmiendas de PSOE yCHA

Los comunes, cuyas bases decidirán este año sobre el presupuesto, rechazan ceder con el Bizi, Pignatelli o en empleo.

Fernando Rivarés, Carmelo Asensio y Javier Trívez, en la reunión de ayer.
ZEC se resiste a renunciar a sus principales proyectos ante las enmiendas de PSOE yCHA
R. Labodía

La primera reunión entre ZEC, PSOE y CHA tras la finalización del plazo de enmiendas al presupuesto de 2017 acabó ayer sin acuerdo. Pero sirvió para evidenciar que las enmiendas presentadas por socialistas y nacionalistas no han sido del agrado del gobierno, por detraer fondos de algunos de sus proyectos más destacados. A la espera de que ZEC haga una contraoferta, los grupos de izquierda se han dado de margen hasta el viernes para acercar posturas.


El concejal de Economía, Fernando Rivarés, no atendió a este diario, pero en declaraciones a Europa Press dijo que proyectos como la ampliación del Bizi o la reforma de los depósitos de Pignatelli son irrenunciables. También las políticas de empleo o el comercio de proximidad suscitan conflicto entre ZEC y PSOE.


Añadió que el objetivo es que "no se caigan las propuestas del gobierno" y "tampoco las de los demás", y se mostró dispuesto a cerrar un acuerdo esta semana. En principio, el viernes se volverá a mantener una reunión. Respecto al 010 (el PSOE rechaza la inclusión en la plantilla de las 14 trabajadoras del servicio de atención telefónica), Rivarés transmitió a los socialistas que este asunto "no supondrá ningún problema".

Crece la tensión en ZEC

Mientras Rivarés tendía la mano, en el seno de ZEC crecía el malestar por las enmiendas presentadas por sus socios. Tras reunirse el grupo por la tarde se acordó que el portavoz, Pablo Muñoz, y el propio Rivarés comparecieran hoy para fijar posición. Hubo voces que defendieron en la reunión que ZEC no aprobara un presupuesto que no sea el suyo.


Hay que tener en cuenta que el dictamen que salga de la comisión, con las enmiendas incorporadas, se someterá a votación de sus bases, según confirmaron fuentes de la organización. Por eso se abrió el debate incluso de no aprobar el presupuesto en el caso de que quede desvirtuado por las enmiendas. Distintos responsables de ZEC defienden la cuestión de confianza como vía para aprobar el presupuesto si no hay acuerdo en el pleno.


A la espera de que se confirme qué posición tiene el gobierno, PSOE y CHA salieron satisfechos, dado que vieron a Rivarés dispuesto a encajar sus propuestas. "La reunión no ha ido mal", afirmó el socialista Javier Trívez.

Resaltó la disposición del PSOE a llegar a un acuerdo y explicó que las propuestas de su grupo, muchas de las cuales afectan a proyectos destacados del gobierno, son negociables. Señaló que su objetivo no es eliminar las iniciativas de ZEC, dado que sus enmiendas representan 8 millones de 720. "Nos importa más que se cumplan nuestras enmiendas que el origen de los fondos", afirmó. Dijo que su pretensión es llegar a un pacto global, pero no renunció a mantener algunas sobre las que no hubiera acuerdo y someterlas al pleno. El principal temor de ZEC es que el PSOE modifique su presupuesto con el voto de otros grupos.

"Choque frontal" con el 010

Eso sí, el PSOE advirtió de que la plantilla, que se vota el próximo lunes y que está vinculada a la aprobación presupuestaria, sigue en el aire y que si se incluye el 010 habrá "un choque frontal y se parará la negociación". "Pero Rivarés me ha dicho que no me preocupe", aseguró Trívez.


Carmelo Asensio, de CHA, indicó que hay enmiendas que "no han sentado bien" en ZEC, como las del servicio Bizi o los depósitos de Pignatelli. Pero insistió que tanto su grupo como el PSOE se han mostrado "flexibles". "Rivarés está muy receptivo, ha sido partidario de encajarlo todo", declaró Asensio.

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