La plantilla del bus vota si va a la huelga

Los paros comenzarían el día 27 y no terminarían hasta después de Reyes.

El concejal de Servicios Públicos, Alberto Cubero, recibe a los representantes del comité de empresa de Auzsa en su despacho.
El concejal de Servicios Públicos, Alberto Cubero, recibe a los representantes del comité de empresa de Auzsa en su despacho.
José Miguel Marco

Cerca de 1.200 trabajadores de Urbanos de Zaragoza SA (Auzsa) están llamados este miércoles a las urnas para votar un nuevo calendario de paros en plena Navidad. De ganar el ‘sí’, la enésima huelga arrancaría el 27 de diciembre y terminaría el 8 de enero.


Para la dirección de la empresa, esta amenaza resulta "sorprendente" e injustificada. Los empleados, que el lunes se reunieron con el concejal de Servicios Públicos, Alberto Cubero, y la titular de Movilidad, Teresa Artigas, achacan la situación actual al "incumplimiento de lo pactado en el convenio" y subrayan el "malestar" de la plantilla. Este martes, se reunirán en asamblea general para perfilar los próximos pasos a dar.


La plantilla tendrá que decidir si para dos horas por turno (de 9.00 a 11.00 y de 18.00 a 20.00) o tres seguidas (de 12.00 a 15.00). Lo hará ocho meses después de finiquitar la huelga más larga en la historia de los autobuses urbanos de Zaragoza, que se prolongó 123 días, y de amenazar con más paros en las pasadas fiestas del Pilar.


Alberto Cubero rechazó valorar si la huelga estaría o no justificada, cuestión que, en su opinión, corresponde a los trabajadores. "Nos hemos limitado a escuchar lo que planteaban", señaló.


El edil, que calificó la reunión de "meramente informativa", espera "que las partes se entiendan". No obstante, durante el encuentro, el Consistorio pidió "un gesto" para evitar las movilizaciones. A cambio, se comprometió a hablar con el servicio para acelerar aquellas cuestiones que estén en su mano. Así lo confirmó el presidente del comité de empresa, Javier Anadón, quien recalcó que los trabajadores quieren "hechos y no palabras".


"El Ayuntamiento está preocupado por la situación", explicó. Los empleados, no en vano, quieren evitar que Auzsa "haga de su capa un sayo" y no cumpla lo que firmó en el convenio que "tanto esfuerzo" costó conseguir. Anadón afirmó que los plazos "no se están cumpliendo", extremo que rechazó Auzsa, que insistió en que "se está trabajando en todo lo que se acordó".


Los trabajadores exigen la retirada de todos los expedientes sancionadores. La dirección, sin embargo, sostiene que están justificados y que se abrieron por incumplimientos reflejados en el convenio, como "saltarse un semáforo en rojo" o "chatear al volante".


También cuestionan que no se hayan entregado las llaves de los nuevos aseos instalados en los finales de línea, retraso que Auzsa achaca a que "hay que hacer alrededor de mil copias". "En una reunión celebrada el 29 de noviembre se les comunicó que las tendrían a partir del 12 de diciembre", explicaron fuentes de la empresa, y desmintieron la falta de interlocución entre las partes.


"Auzsa ha estado siempre abierta y a la espera de la resolución del proceso de elección sindical. Hubo una el día 29, habrá otra el 13 (hoy) y otra más el 22. No entendemos nada", apuntaron las mismas fuentes.


Primeras reacciones

Jorge Azcón, portavoz del PP, instó a ZEC a "hacer algo". "Los problemas no se van a resolver con el paso del tiempo ni con un gobierno que se quede mano sobre mano. Los zaragozanos no se merecen volver a sufrir su incapacidad", aseveró, y recordó que "los que venían a preocuparse de la gente dejaron a la gente tirada".


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