El tropiezo de Sancho Panza en una sima de la ínsula Barataria

La relación del entorno de Zaragoza con las dolinas cuenta con anécdotas y referencias nobles.

Sima reabierta por cuarta vez en Alcalá, donde se ubica la ínsula Barataria en la obra de Cervantes
Sima reabierta por cuarta vez en Alcalá, donde se ubica la ínsula Barataria en la obra de Cervantes
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Que las simas están en el ADN de la provincia queda patente en las anécdotas históricas. Así lo certifica el catedrático de Geomorfología de la Universidad de Zaragoza Francisco Gutiérrez: "El Canal Imperial se proyectó como navegable que llegaría hasta Sástago, pero al llegar a la zona de El Burgo de Ebro y formarse tantos colapsos, Ramón Pignatelli decidió detener la obra. Por eso el canal tiene 50 kilómetros menos de los que inicialmente se había previsto". Eso está documentado en un libro del Conde de Sástago en el que se detalla cómo intentaban sortear las dolinas e iban cambiando el diseño por otro alternativo".


El anecdotario no se detiene ahí. La obra más universal de la lengua castellana también da alguna pista sobre la relación del entorno de Zaragoza con esta manifestación de la naturaleza: "En Alcalá de Ebro se está formando actualmente una dolina y, como anécdota, se puede contar que hay un pasaje de El Quijote (parte segunda, capítulo 55) en el que Sancho Panza se cae a lomos de un burro en una sima en la ínsula Barataria. Eso estaría inspirado posiblemente en las dolinas de esa zona".


Otro hecho relacionado con el fenómeno es que "antiguamente, cuando se regaba por la noche, sobre todo en la zona de La Puebla de Alfindén y en El Burgo, como se formaban colapsos súbitos, los agricultores solían salir al campo con una vara de sabina agarrada para no caer por el agujero".

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