El Ayuntamiento estudia cómo implantar en un año la recogida selectiva de basura orgánica
Una empresa analizará cuál es el mejor sistema, su coste y la oposición vecinal que puede generar. El objetivo es hacer una prueba piloto a final de 2017 en un barrio y extenderla al resto de la ciudad.
El Ayuntamiento ha iniciado los estudios para implantar un sistema de recogida de basura orgánica en la ciudad. Para empezar, esta semana ha sacado a concurso el estudio para ver qué método sería el más adecuado para Zaragoza, cuánto costaría, cómo se establecería
El objetivo es tener toda la información encima de la mesa a finales de este año, para iniciar el debate a comienzos del próximo y poner en marcha el sistema en algún barrio a modo de prueba piloto antes de que acabe 2017.
La recogida selectiva de los restos orgánicos debe cambiar el modo de tirar la basura de los vecinos de la ciudad. A la separación habitual entre envases, papel y cartón, vidrio y el resto habrá que sumar un nuevo cubo para tirar solo los desechos orgánicos, es decir, principalmente los desperdicios de la comida. El objetivo es reducir los residuos que acaban en el vertedero. Con los restos orgánicos se puede hacer compost, que se usa como fertilizante natural de plantas y cultivos.
El área de Servicios Públicos ya se ha puesto en contacto con las empresas implicadas, FCC (por la recogida de basura) y Urbaser (por el vertedero), y ha visitado ciudades de España e Italia para conocer sus experiencias.
La recogida selectiva de la basura orgánica está en una fase inicial en España, aunque es habitual en otros países de Europa. Se ha implantado ya en ciudades de Cataluña, País Vasco y Navarra, principalmente. No obstante, casi todas las urbes españolas la tienen entre sus planes, no solo por motivos medioambientales, sino también porque las normativas europea y estatal obligan a reciclar al menos el 50% de los desechos que genera la ciudad.
Alberto Cubero, concejal de Servicios Públicos del Ayuntamiento, explica que este proyecto "es un plan de legislatura", y que tras el estudio que ha encargado se abrirá "un debate político y social para elegir qué sistema se implanta".
Hay dos opciones principales para recoger la basura orgánica, el quinto contenedor y el conocido como puerta a puerta. La empresa que se lleve el concurso que acaba de licitar el Ayuntamiento deberá decir cuál es el más adecuado para Zaragoza.
En algunas ciudades (como en Pamplona) ya se ha establecido el llamado quinto contenedor, de color marrón, junto al resto de cubos callejeros. En el caso de la capital navarra, los contenedores están cerrados, y se da una llave a los vecinos interesados para poder abrirlos, logrando así una mayor pureza de los residuos. En otros lugares se han colocado contenedores de libre acceso. En cualquier caso, la reutilización de los residuos sigue quedando en manos de la voluntad y la concienciación de los vecinos.
La otra posibilidad es la del famoso sistema puerta a puerta. Consiste en instalar unos postes frente a las viviendas, y cada vecinos deja su basura diaria en una especie de gancho. Se establece un calendario, de tal manera que cada día se saca un tipo de residuo (un día orgánica, otro envases, otro papel...). Con ello, se consigue reciclar un altísimo porcentaje de residuos. Sin embargo, en los lugares en los que se ha implantado ha generado una notable polémica vecinal, ya que los vecinos deben guardar en sus casas los residuos separados hasta que llega el día de sacarlos. Bildu comenzó a instalarlo hace años en algunas localidades del País Vasco y Navarra y, en determinados casos, ha tenido un alto coste económico para los municipios y político para esta formación, debido al malestar vecinal que ha creado. Incluso se han dado casos de vecinos que se desplazaban a localidades cercanas en las que no había sistema puerta a puerta para dejar sus basuras.
