El director general del grupo francés Etienne Lacroix, Jean Jacques Barés, se desplaza este miércoles a la capital aragonesa para asistir al funeral que se celebra en la iglesia de San Felipe (11.00) en memoria de las seis víctimas mortales de la explosión en Pirotecnia Zaragozana, de la que hoy se cumple un año. Pero además de a recordar a los fallecidos y arropar a sus familias, Barés viene con otro objetivo: presentar el nuevo proyecto que la compañía tiene para la ciudad. El grupo pretende que la planta siniestrada en el barrio de Garrapinillos recupere la actividad el próximo año. De hecho, las máquinas ya llevan trabajando allí algún tiempo para adecuar los terrenos y levantar las nuevas edificaciones.

Etienne Lacroix ha bautizado el proyecto como "Pirotecnia Zaragozana 2025", y será su director general quien haga públicos hoy los detalles durante una presentación en la que estarán presentes la consejera de Economía, Industria y Empleo del Gobierno de Aragón, Marta Gastón, y el concejal de Economía, Hacienda y Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Rivarés.

En un principio, la firma utilizará solo los terrenos que ya tenía en el barrio de Garrapinillos. Sin embargo, parece que su intención es ganar capacidad productiva en Zaragoza ampliando sus actuales instalaciones o abriendo unas nuevas en algún otro punto del término municipal. En cualquier caso, dicha expansión se contemplaría como una segunda parte del proyecto.

"Nuestra idea es seguir en Zaragoza, porque hemos recibido apoyo desde el principio y no hay por qué deslocalizar", aseguró el director general de Pirotecnia Zaragozana, Miguel Pérez Nivela, cuando se reunió hace unos meses con la DGA y el Ayuntamiento de Zaragoza. Si sus previsiones se cumplen, la empresa podría llegar a facturar entre 5 y 10 millones de euros anuales. Ello repercutiría también en la plantilla, que pasaría de los 25 trabajadores actuales a 50, sin renunciar a alcanzar los 70.