Zaragoza Alta Velocidad aún debe 29,6 millones de obras del convenio del AVE y no tiene fondos

La grave situación económica y financiera de la sociedad pública Zaragoza Alta Velocidad (ZAV) no solo le ha puesto al borde de la disolución, sino que le impide hacer frente al millonario pago pendiente de las obras de transformación urbana del entorno de la estación del AVE, acabadas hace ya ocho años. Hasta 22 empresas constructoras tuvieron que aceptar en su día un aplazamiento para cobrar, pero el problema ahora es que ZAV no tiene fondos para finiquitar la deuda con todas las adjudicatarias, que asciende a 29,6 millones de euros.

El calendario de pagos establece que las contratistas deberían cobrar entre 2016 y 2018 el importe restante por once proyectos de calado que ejecutaron para la Expo. La mayor deuda corresponde al traslado de las instalaciones ferroviarias de La Almozara a Plaza, que asciende a 12,4 millones, seguida por la del puente del Tercer Milenio (2,6 millones) y la del anillo norte de la intermodal (2,4 millones). En la lista se incluye también la conexión este de la Ronda Sur ferroviaria, la estación de cercanías de Miraflores, el cubrimiento de las vías, el túnel de cercanías, la plaza sur de la intermodal, el vestíbulo de llegadas de la estación y el cierre del tercer cinturón. Además, figura el túnel de salida de la ciudad, que ni siquiera se ha equipado y sigue cerrado.

Los tres socios de Zaragoza Alta Velocidad, controlada por el Estado con el 50% de las acciones y participada por la DGA y el Ayuntamiento a partes iguales, acordaron una ampliación de capital de 30,6 millones en 2011 para hacer frente a la deuda con sus proveedores, sin contar el pago de los intereses. Sin embargo, no desembolsaron el dinero y han agotado el plazo legal de cinco años que establece la Ley de Sociedades de Capital. De hecho, en el último consejo de administración, celebrado el 4 de julio, se dieron un mes para aportar el dinero: 22,5 millones, de los cuales 5,6 correspondía a la DGA. Las arcas autonómicas sí han aportado su parte.

El problema de liquidez aún es mayor, puesto que en 2011 se acordó que el Ayuntamiento de Zaragoza –que ya se encontraba entonces en una delicada situación financiera– aportara suelo en vez del dinero que le correspondía, 7,5 millones de euros. Para ello, aportó una parcela de Arcosur, que no se puede ni vender porque la zona no está urbanizada. "Por tanto, hay una carencia adicional de 7,5 millones", se destacó en el último consejo de administración.

Petición de más fondos

Según los cálculos de la propia sociedad pública, el desembolso pendiente de la ampliación de capital de 2011 "no es suficiente" para atender los pagos. Por ello, los consejeros acordaron solicitar a las administraciones a las que representan en ZAV que hagan el oportuno desembolso del dinero necesario, en función de su porcentaje de participación, para atender los pagos comprometidos para 2017 (10,8 millones) y 2018 (los últimos 2 millones).

Del acuerdo alcanzado hace un mes por ZAV se entiende que la sociedad pública estará en condiciones de abonar el importe aplazado de las obras correspondiente a este ejercicio, que se eleva a 17,4 millones. Sin embargo, las tres administraciones optaron ayer por guardar silencio y no aportar ningún tipo de información, mientras varias constructoras consultadas no ocultaron su preocupación y malestar por la situación.