Movilidad lleva casi un año sin atender los problemas de acceso al tranvíaen La Chimenea

La Asociación de vecinos del Arrabal ha solicitado un paso de cebra para poder cruzar las vías de forma segura.

Los vecinos atraviesan las vías del tranvía para acceder a la parada de La Chimenea.
Los vecinos atraviesan las vías del tranvía para acceder a la parada de La Chimenea.
José Miguel Marco

Los vecinos del Arrabal llevan 1.200 días a la espera de una solución a los problemas de accesibilidad en la parada del tranvía La Chimenea, la más cercana al barrio. Los usuarios que quieran llegar al andén, en sentido a Valdespartera desde el lado de la avenida de los Pirineos, deben atravesar las vías del tranvía, lo que supone un grave riesgo para los viandantes. Además existe un escalón de unos 25 centímetros que dificulta el acceso a la parada a las personas con movilidad reducida. "Lo único que pedimos al ayuntamiento, a tranvías o al responsable es un paso de cebra", solicita Rafael Tejedor, presidente de la Asociación de Vecinos del Arrabal.


El problema ha sido trasladado al servicio de Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza año tras años desde la puesta en marcha del tranvía. Con la llegada del gobierno municipal de ZEC, la junta de vecinos acordó con la concejal de Movilidad, Teresa Artigas, una visita de los técnicos municipales para buscar posibles soluciones. Pero Tejedor denuncia que "después de 300 días, no hemos obtenido ninguna respuesta".


Varios vecinos han depositado sus quejas sobre este asunto, que fue tratado en la última asamblea de vecinos celebrada en el mes de abril. "Los caminos no los hace el Ayuntamiento, los hacen los vecinos. Yo no veo ningún inconveniente en hacer un paso, son cosas que los técnicos tienen que ve", defiende Tejedor. El presidente compara este hecho con la parada del tranvía de la plaza de España, donde "existía algo similar, pero ya se ha solucionado ya que se puede acceder a la parada desde los dos lados de la calle".


Es un problema que no solo perjudica a los vecinos de este barrio. Al lado de la parada del tranvía se encuentra uno de los dos párquines disuasorios que se habilitaron para que los vecinos de los núcleos rurales aparcasen y utilizasen el tranvía, con el objetivo de disminuir el tráfico en la ciudad. "Este funciona como un cañón, porque si coges el tranvía cuesta 6 céntimos la hora, un precio asequible. Toda esa gente que acude a la parada y no tiene problemas de movilidad cruza por la vía y sube el bordillo. No son las condiciones adecuadas", afirma el presidente de la asociación de vecinos.


Otra de las reivindicaciones que expone es la mala regulación de los semáforos en la rotonda de la avenida de los Pirineos en el cruce con la avenida de José Atarés, donde se producen largas esperas, tanto para vehículos como para los peatones, cada vez que el tranvía llega a la parada de La Chimenea en cualquiera de los dos sentidos. "En el momento en el que llega el tranvía, los semáforos se cierran automáticamente. El problema está cuando vienen dos tranvías seguidos", explica Tejedor, quién también expone el caso de la plaza de Paraíso, donde pasa el convoy y tiene "muchos más cruces y no hay que esperar tanto", argumenta el presidente de la asociación.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión