El NH Orús, ubicado en la calle de Escoriaza y Fabro, 65 de la capital aragonesa, lleva cerrado desde junio de 2014. Ahora, dos años después, vuelve a abrir sus puertas con el nombre de Nuevo Hotel Horus y un nuevo enfoque en su actividad como alojamiento de larga estancia.

Al frente del proyecto están Sonia y Andoni Lázaro Ramos, hijos de María Rosa Ramos, quien fue directora de la primera residencia privada que se abrió en Aragón, hace 35 años, en el barrio de Miralbueno. Allí llegó a acoger a 100 residentes. Aunque ya está jubilada, María Rosa colabora en las labores de asesoramiento previas a la apertura “en breve” de este espacio, asegura.

El nuevo servicio que prestará este establecimiento se dirige a personas que quieran pasar en él largas estancias en régimen de pensión completa pero “no es una residencia y no está orientada a personas asistidas”, aclara Ramos. En el Nuevo Hotel Horus tendrán cabida distintos tipos de huéspedes: personas recién jubiladas o que vivan solas, viudas, viudos... y también está abierto a estudiantes que quieran residir en un edificio lleno de historia.

“Nos enteramos de que llevaba dos años sin tener ninguna actividad y nos pusimos en contacto con el dueño del inmueble -pertenece al promotor Manuel Asín- con la intención de alquilarlo”, revelan sus responsables, cuya intención es contar con una plantilla de hasta 25 empleados, “si todo marcha bien”, subraya María Rosa Ramos.

El alojamiento de larga estancia contará con médico localizado las 24 horas, servicio externalizado de podología, peluquería y acompañamiento. Además, ofrecerá actividades lúdicas y excursiones programadas. El precio orientativo por mes será de 1.500 euros más IVA en régimen de pensión completa. “Si es una habitación individual o doble compartida o si se trata de estudiantes Erasmus, el importe mensual se ajustará a cada situación”, apunta Sonia Lázaro.

“Este tipo de establecimiento están muy presentes en lugares como Madrid, Barcelona o Marbella, donde incluso existe lista de espera para alojarse en ellos. Pensamos que en Zaragoza no había una oferta así y decidimos poner en marcha este proyecto, -cuenta Ramos-. En el caso de las personas mayores, aceptan que un médico les pueda ver si en un momento dado se ponen enfermas pero no quieren sentir que están en una residencia, sino en un hotel del que pueden salir y entrar cuando quieran”.

Edificio con historia

El Hotel NH Orús mantuvo su actividad en el edificio de la calle de Escoriaza y Fabro desde 1995 hasta 2014. La cadena, que posee varios hoteles en la ciudad cerró las instalaciones debido a la baja demanda de clientes.

El edificio, que albergó la fábrica de Chocolates Orús en la primera década del siglo XX, fue encargado por empresario Joaquín Orús al arquitecto zaragozano Julio Bravo y se inauguró el 11 de octubre de 1914.

Años más tarde, después de la Guerra Civil, pasó a ser sede de la fábrica Industrias del Cartonaje hasta que a finales de la década de los 60 la empresa cambió de ubicación y el edificio quedó abandonado hasta mediados de los años 90. Según refleja el arquitecto José Laborda Yneva en su 'Guía de Arquitectura', “es uno de los ejemplos de arquitectura industrial de carácter ecléctico con elementos historicistas del renacimiento aragonés y barroco más interesantes”. El cine también se ha hecho eco de su silueta gracias al filme de José Antonio Duce 'Culpable para un delito', en el que se adivina el edificio en una secuencia rodada en sus inmediaciones en 1966.

En 2002 el Departamento de Cultura y Turismo del Gobierno de Aragón declaró la antigua fábrica como Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés.